Todo parecería hacer indicar que la criptomoneda del futuro es XRP. Si bien Bitcoin es el Blackberry de las criptomonedas, pues abrió el camino y fue pionera en un nuevo modelo monetario (como la Blackberry con la telefonía inteligente) nunca innovó. Tiene prácticamente una utilidad nula en las transacciones reales de bienes y servicios, sus comisiones son monstruosamente altas (mismo problema del que padece Ethereum) y su lentitud en la confirmación de transferencias es escandalosa. Y ya ni hablemos de su costo ambiental con los bestiales gastos de energía eléctrica que la creación de un Bitcoin implica.
Por la altísima rapidez en las transacciones, la utilidad real para los mercados financieros (bolsas, bancos centrales, privados, compañías de pagos y envíos de dinero, etc.), sus bajísimas comisiones y sustentabilidad con el ambiente, XRP vendría a ser el Samsung fusionado con el Iphone de las criptomonedas.
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