Cesar Ríos-Martínez, un pastor evangélico de la Iglesia El Espíritu Santo, en la ciudad de Salisbury, en el Estado de Maryland, fue sentenciado a cuatro años de prisión por comprobarse que descargaba y compartía pornografía infantil.
La investigación contra Ríos-Martínez la llevó a cabo la Agencia contra los Depredadores Infantiles de Delaware, quienes comprobaron que en 2018, mientras Cesar fungía aun como pastor, tenía en su posesión material ilegal bastante comprometedor, por tratarse de un tema tan delicado como el de material pornográfico donde aparecían niños.
Al principio las autoridades lograron determinar que el ahora ex-pastor tenía en sus dispositivos 25 archivos de esta clase, pero investigaciones subsecuentes demostraron que el líder de una congregación evangélica había descargado y compartido múltiples archivos con este contenido ilegal.
Ahora un juez lo ha sentenciado a pasar por lo menos cuatro años en prisión y luego poder pedir libertad condicional, además de ser fichado como delincuente sexual.
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