ORACIÓN COLECTA
Escucha
benignamente, Señor, las súplicas de tu pueblo, para que así como ahora nos
llena de alegría la venida de tu Unigénito en nuestra carne, así también,
cuando llegue revestido de majestad, consigamos la recompensa de la vida
eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA
DE LA PALABRA
PRIMERA
LECTURA **
El Señor,
el rey de Israel, estará junto a ti.
Del
libro del profeta Sofonías: 3, 14-18
Canta, hija de
Sión, da gritos de júbilo, Israel, gózate y regocíjate de todo corazón,
Jerusalén.
El Señor ha levantado su sentencia sobre ti, ha expulsado a todos tus enemigos.
El Señor será el rey de Israel en medio de ti y ya no temerás ningún mal.
Aquel día dirán a Jerusalén: "No temas, Sión; que no desfallezcan tus
manos. El Señor, tu Dios, tu poderoso salvador, está en medio de ti. Él se goza
y se complace en ti; él te ama y se llenará de júbilo por tu causa, como en los
días de fiesta". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
O bien:
Aquí viene
mi amado saltando por los montes.
Del
libro del Cantar de los Cantares: 2, 8-14
Aquí viene mi
amado saltando por los montes, retozando por las colinas. Mi amado es como una
gacela, es como un venadito, que se detiene detrás de nuestra tapia, espía por
las ventanas y mira a través del enrejado.
Mi amado me habla así: "Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven. Mira que
el invierno ya pasó; han terminado las lluvias y se han ido.
Las flores brotan ya sobre la tierra; ha llegado la estación de los cantos; el
arrullo de las tórtolas se escucha en el campo; ya apuntan los frutos en la
higuera y las viñas en flor exhalan su fragancia.
Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven. Paloma mía, que anidas en las
hendiduras de las rocas, en las grietas de las peñas escarpadas, déjame ver tu
rostro y hazme oír tu voz, porque tu voz es dulce y tu rostro encantador".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO
RESPONSORIAL
Del
salmo 32,2-3.11-12.20-21.
R/. Demos gracias a Dios, al
son del arpa.
Demos gracias a
Dios al son del arpa, que la lira acompañe nuestros cantos; cantemos en su
honor nuevos cantares, al compás de instrumentos alabémoslo. R/.
Los proyectos de Dios duran por siempre; los planes de su amor, todos los
siglos. Feliz la nación cuyo Dios es el Señor; dichoso el pueblo que escogió
por suyo. R/.
En el Señor está nuestra esperanza, pues él es nuestra ayuda y nuestro amparo;
en el Señor se alegra el corazón y en él hemos confiado. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.
Emmanuel, rey y
legislador nuestro, ven, Señor, a salvarnos. R/.
EVANGELIO
¿Quién soy yo,
para que la madre de mi Señor venga a verme?
Del
santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-45
En aquellos
días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea y,
entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo
de María, la criatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó:
"¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién
soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a
mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque
se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor,
de tu Iglesia las ofrendas que tú mismo has puesto en nuestras manos y que tu
poder convierte en sacramento de nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
Prefacio
II o IV de Adviento, M R, pp. 490-492 (486-488).
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN Lc 1, 45
Dichosa tú,
que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la participación en estos divinos misterios, Señor, se convierta en permanente protección para tu pueblo, a fin de que, fervorosamente entregado a tu servicio, reciba en abundancia la salvación de alma y cuerpo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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