La grave situación económica está obligando a los italianos a empeñar no solo su joyería, sino incluso su dentadura postiza de metales valiosos como el oro.
El acelerado incremento en la apertura de casas de empeño, es un claro indicativo del nivel de dificultades por las que atraviesa el país europeo.
Los anuncios por las calles italianas con el mensaje de "Compro Oro", se han vuelto cada vez más populares y se han vuelto parte de la vida cotidiana de los transeúntes. Actualmente existen en Italia cerca de 28,000 establecimientos dedicados a la compra y el empeño de oro, lo que ha venido a convertirse en una alternativa rápida para aminorar la grave situación económica por la que pasan millones de familias italianas.
La ministra del interior de Italia, Anna Maria Cansellieri, advirtió desde el mes de marzo que incluso se está creando un mercado negro en el que están involucrados grupos criminales vinculados a la compra de oro y al lavado de dinero. La ministra señaló que esto preocupa al poder estarse gestando las condiciones para la reaparición y el reforzamiento de mafias como las que antaño sufrió Italia.
Un ciudadano romano, Valerio Novelli, de 56 años, es un claro ejemplo de estas duras medidas a las que se ven ahorillados miles de italianos todos los días. Valerio compartió con la agencia de noticias Reuters sus planes de vender sus dientes de oro. “No llegaré a final de mes sin deudas. Sé que no obtendré mucho, pero necesito dinero”
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