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Peña Nieto anunció su divorcio y le envió este mensaje a Angélica Rivera.


El ex-presidente de México, el mexiquense Enrique Peña Nieto, anunció esta mañana que su matrimonio de más de 10 años con la actriz Angélica Rivera ha concluido legalmente.

Y para darle un cierre digno y amistoso a todo este proceso de divorcio, el ex-mandatario le envió a su ahora ex-esposa un mensaje a través de las redes sociales, que dice textualmente:
"Quiero agradecer a Angélica el haber sido mi compañera, esposa y amiga a lo largo de más de diez años, y por haber entregado su amor, tiempo y dedicación a nuestra familia. 

Hoy ha concluido legalmente nuestro matrimonio, deseo que le vaya bien siempre y que tenga éxito en todo lo que emprenda

Angélica, muchas gracias por todo."

A Peña Nieto se le ha vinculado con la modelo Tania Ruiz Eichelmann, pues apenas a días de haber dejado la presidencia, se le vio a los dos paseando por calles de España, aunque ambos han negado hasta ahora estar involucrados en una relación sentimental. 

Incluso en días pasados circuló el rumor de que Tania Ruiz estaría embarazada y que el ex-presidente mexicano sería el padre de su hijo, pero hasta ahora todo son rumores.

Carta de Oscar de la Hoya a Floyd Mayweather.

Oscar de la Hoya criticó duramente a Mayweather.
Lo hiciste. Llegaste a la marca de 49-0, una meta que te gusta decir que sólo el gran Rocky Marciano alcanzó pero de hecho eso fue logrado por otros, incluyendo mi ídolo Julio César Chávez, ¿pero quién está contando? Y ahora te retiras. Otra vez (la primera fue luego de nuestra pelea en el 2007). Esta vez dices que es de verdad. Hablas en serio sobre colgar los guantes. Por cosas más grandes y mejores. Así que te escribo hoy para desearte una espléndida despedida. La verdad sea dicha, no estoy infeliz de verter retirarte. Tampoco lo están muchos fanáticos del boxeo, pero borra eso. La mayoría de los fanáticos. ¿Por qué? Porque el deporte del boxeo será mejor sin tenerte a ti inmerso en él.
 

Vamos a aceptarlo: Eras aburrido. Solo ve tu más reciente actuación, tu último salto al ring, una decisión en 12 rounds contra Andre Berto. ¿Cómo describirlo? ¿Una decepción? ¿Un desastre? ¿Un festival de bostezos? Todos en el boxeo sabían que Berto no tenía oportunidad. Yo creo que más gente vio las repeticiones de Family Guy que esa pelea de Pago Por Evento. Pero a mí no me importó desembolsar 75 dólares para la transmisión en HD. De hecho ha sido una gran inversión. Cuando mis hijos tienen problemas para dormir, no les tengo que leer ya, sólo les pongo tu pelea con Berto. No pasan del tercer round.

Otra razón por la que el boxeo está mejor sin ti: Tuviste miedo. Miedo de tomar riesgos. Miedo del riesgo. Un ejemplo perfecto es tu grandioso “triunfo”, la largamente esperada pelea rompe records entre tú y Manny Pacquiao. ¡Casi 4.5 millones de compras! ¡Titulares alrededor del mundo! ¿Por qué es malo eso para el boxeo? Porque mentiste. Prometiste acción y entretenimiento y una batalla de época, y no cumpliste con nada de eso. El problema es, que así es como lo quieres. Debiste de pelear con Pacquiao hace cinco años, no hace cinco meses. Eso, sin embargo, hubiera sido muy peligroso, muy riesgoso. Hiciste una carrera siendo cauteloso. No te meterías al ring si no tuvieras una ventaja. Seguro, peleaste contra algunos nombres grandes, pero ya habían pasado sus mejores años. Diablos, inclusive cuando peleamos en 2007-y apenas perdí una decisión dividida -estaba en la parte final de mi carrera. Luego tomaste a la mega estrella mexicana Saúl "Canelo" Álvarez cuando era muy joven y tuvo que bajar mucho de peso.

¿Yo? Me metí al negocio para tomar riesgos. Enfrenté a todas las esquinas en su mejor momento. ¿La evidencia? Perdí. Seis veces. Después de 31 victorias, mi primera derrota fue con Félix Trinidad, y aprendí una lección valiosa que es verdadera en el ring y en la vida: No corras. No paré de enfrentar a lo mejor de lo mejor. Después de vencer a Derrell Coley, fui con Shane Mosley en el apogeo de sus poderes, invicto y considerado por muchos el mejor libra por libra del mundo. Otra vez, perdí. Luego de cuatro ganadas contra más boxeadores de primer nivel, me enfrenté a Mosley otra vez. Podemos debatir sobre quien ganó el encuentro, pero los jueces me vieron perdiendo esa también.

¿Me fui más tranquilo luego de eso? No. Subí a peso medio para ganar un cinturón y enfrentar a uno de los mejores pesos medianos de todos los tiempos, Bernard Hopkins. Después de un golpe al cuerpo que todavía estoy sintiendo me sacó de la pelea. Me enfrenté a otros dos en su mejor momento, que años después, se enfrentarían a los 36 y 38 años, Manny Pacquiao y tú. Cuando los peleadores hacen eso -cuando arriesgan perder- ahí es cuando todos ganan. El mantra de mi empresa Golden Boy Promotions es simple: los mejores contra los mejores. Es una lástima que tú no hicieras lo mismo.

Tú tomaste la salida fácil. Cuando no estuviste bailando alrededor de estrellas en descenso (idea de un show para ti: Bailando con Estrellas Desvanecientes) estabas venciendo a oponentes de nivel inferior. Muchos de tus oponentes eran peleadores arriba del promedio, pero no eran de tu calibre, eres un peleador muy talentoso, el mejor peleador defensivo de nuestra generación. ¿Pero de qué sirve el talento si no se pone a prueba? Muhammad Ali lo hizo. Sugar Ray Leonard lo hizo. ¿Tú? Ni al caso. Tú pasaste del 2000 al 2010 enfrentando a nombres olvidables como Victoriano Sosa, Phillip N’Dou, DeMarcus Corley, Henry Bruseles y Samba Mitchell. Había tipos allá afuera -duros y temibles oponentes como Antonio Margarito y Paul Williams -pero huiste de ellos. ¿Alguna vez estuviste en el equipo de corredores en la preparatoria? Hubieras sido una estrella.

El boxeo también será un mejor lugar sin la boca. Tú boca, para ser preciso, la que creó Money Mayweather. Yo sé que ocupabas ese personaje de Money Mayweather. Antes de que él y Golden Boy Promotions llegaran, nadie veía tus peleas. No podías ni siquiera lograr un lleno en tu ciudad Grand Rapids, Michigan. La boca te generó dinero. Más dinero del que podrías gastar en una vida. (Espera, he visto episodios de 24/7, quizá lo vayas a gastar todo). Pero la boca no tiene un lugar en el boxeo; guárdala para la WWE. Al menos que seas alguien como Ali, cuyas peleas eran tan brillantes como su socarronería. El modelo de pura habladuría y nada de entretenimiento abarata nuestro deporte. Los boxeadores deberían de hablar con sus puños y su corazón. No tienen nada para probarse a sí mismos. Tú vas a tener un legado. Serás recordado como el tipo que hizo más dinero. ¿Tus peleas? Ya las hemos olvidado.

Ahora que estás dando un paso al costado, la atención puede voltearse a las estrellas reales del deporte: los que pelean, los bravos, los boxeadores que no quieren nada más que enfrentar a los mejores y por lo tanto ser el mejor. Está Canelo, la sensación kazaja del KO, Gennady Golovkin, el feroz peso mosca Román González, el pegador Sergey Kovalev y un grupo de peleadores ascendentes que incluye a Terence Crawford, Vasyl Lomachenko y Keith Thurman. ¿Quieres ver cómo es una pelea monstruosa? Canelo enfrenta a Miguel Cotto el 21 de noviembre. No venderá 4.4 millones en Pago Por Evento, pero todo el que la vea estará emocionado. Y esa no es una promesa vacía.

Te estás moviendo a una nueva faceta en la vida ahora, un segundo acto, estoy seguro de que será agradable no tener que entrenar todo el año. Salirte del gimnasio y pasar tiempo con tu familia. Pero me pregunto qué harás. Tienes mucho tiempo en y, en este momento, mucho dinero. Quizá pondrás a trabajar tus verdaderas habilidades y abrirás una concesión de autos usados o dirigirás un circo. O tal vez termines de vuelta en Dancing With The Stars. Es un trabajo que es seguro, paga bien y te deja correr por el escenario. Algo que has estado haciendo durante casi toda tu carrera.

¿Qué dijo el Papa Francisco en Ecuador? Aquí su primer Homilia completa.

A continuación el texto completo con la Homilia del Papa en la Misa realizada en el Parque Los Samanes, en Guayaquil (Ecuador), en el que recordó que la Virgen María como siempre está atenta a las necesidades de sus hijos, y lanzó un esperanzador mensje a las familias. Las partes en cursiva corresponden a los breves momentos en que el Santo Padre improvisó en su homilía: 

Inician las palabras del Papa:

El pasaje del Evangelio que acabamos de escuchar es el primer signo portentoso que se realiza en la narración del Evangelio de Juan. La preocupación de María, convertida en súplica a Jesús: «No tienen vino» le dijo y la referencia a «la hora» se comprenderá, después en los relatos de la Pasión. Está bien que sea así, porque eso nos permite ver el afán de Jesús por enseñar, acompañar, sanar y alegrar desde ese clamor de su madre: «No tienen vino».

Las bodas de Caná se repiten con cada generación, con cada familia, con cada uno de nosotros y nuestros intentos por hacer que nuestro corazón logre asentarse en amores duraderos, en amores fecundos y en amores alegres. Demos un lugar a María, «la madre» como lo dice el evangelista. Hagamos con ella, ahora, el itinerario de Caná.

María está atenta, atenta en esas bodas ya comenzadas, es solícita a las necesidades de los novios. No se ensimisma, no se enfrasca en su mundo, su amor la hace «ser hacia» los otros, tampoco busca a las amigas para comentar lo que está pasando y criticar, la mala preparación de las bodas y como está atenta con su discreción se da cuenta de que falta el vino. El vino es signo de alegría, de amor, de abundancia. Cuántos de nuestros adolescentes y jóvenes perciben que en sus casas hace rato que ya no hay de ese vino. Cuánta mujer sola y entristecida se pregunta cuándo el amor se fue, cuándo el amor se escurrió de su vida.

Cuántos ancianos se sienten dejados fuera de la fiesta de sus familias, arrinconados y ya sin beber del amor cotidiano de sus hijos, de sus nietos, de sus bisnietos. También la carencia de ese vino puede ser el efecto de la falta de trabajo, de las enfermedades, de situaciones problemáticas que nuestras familias en todo el mundo atraviesan. María no es una madre «reclamadora», tampoco es una suegra que vigila para solazarse de nuestras impericias, de nuestros errores o desatenciones. ¡María simplemente es madre!: Ahí está, atenta y solícita.

Es lindo escuchar esto, María es Madre, ¿se animan a decirlo todos juntos conmigo? ¡Vamos!: María es Madre. Otra vez: María es Madre, otra vez: María es Madre. Pero María, en ese momento que se percata que falta el vino acude con confianza a Jesús, esto significa que María reza. Va a Jesús, reza. No va al mayordomo; directamente le presenta la dificultad de los esposos a su Hijo. La respuesta que recibe parece desalentadora: «¿Qué podemos hacer tú y yo? Todavía no ha llegado mi hora» (Jn 2,4). Pero, entre tanto, ya ha dejado el problema en las manos de Dios. Su apuro por las necesidades de los demás apresura la «hora» de Jesús. Y María es parte de esa hora, desde el pesebre a la cruz.

Ella que supo «transformar una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura» (Evangelii gaudium, 286) y nos recibió como hijos cuando una espada le atravesaba el corazón, a su Hijo, Ella nos enseña a dejar nuestras familias en manos de Dios; nos enseña a rezar, encendiendo la esperanza que nos indica que nuestras preocupaciones también son preocupaciones de Dios.

Y rezar siempre nos saca del perímetro de nuestros desvelos, nos hace trascender lo que nos duele, lo que nos agita o lo que nos falta a nosotros mismos y nos ayuda a ponernos en la piel de los otros, a ponernos en sus zapatos. La familia es una escuela donde la oración también nos recuerda que hay un nosotros, que hay un prójimo cercano, patente: que vive bajo el mismo techo y que comparte la vida y está necesitado.

Y finalmente, María actúa. Las palabras «Hagan lo que Él les diga» (v. 5), dirigidas a los que servían, son una invitación también a nosotros, a ponernos a disposición de Jesús, que vino a servir y no a ser servido. El servicio es el criterio del verdadero amor. El que ama sirve, se pone al servicio de los demás Y esto se aprende especialmente en la familia, donde nos hacemos, por amor, servidores unos de otros.

En el seno de la familia, nadie es descartado, todos valen lo mismo, me acuerdo que una vez a mi mamá le preguntaron: ¿A cuál de sus cinco hijos (nosotros somos cinco hermanos), a cuál de sus cinco hijos quería más? Y ella dijo: “como los dedos, si me pinchan este, me duele lo mismo que si me pinchan este una madre quiere a sus hijos como son y en una familia los hermanos se quieren como son nadie es descartado, allí en la familia «se aprende a pedir permiso sin avasallar, a decir “gracias” como expresión de una sentida valoración de las cosas que recibimos, a dominar la agresividad o la voracidad, y allí se aprende también a pedir perdón cuando hacemos algún daño y nos peleamos, porque en toda familia hay peleas el problema es después pedir perdón.

Estos pequeños gestos de sincera cortesía ayudan a construir una cultura de la vida compartida y del respeto a lo que nos rodea» (Laudato si’, 213).

La familia es el hospital más cercano, cuando uno está enfermo lo cuidan ahí mientras se puede, la familia es la primera escuela de los niños, es el grupo de referencia imprescindible para los jóvenes, es el mejor asilo para los ancianos. La familia constituye la gran «riqueza social», que otras instituciones no pueden sustituir, que debe ser ayudada y potenciada, para no perder nunca el justo sentido de los servicios que la sociedad presta a sus ciudadanos.

En efecto, estos servicios que la sociedad presta a los ciudadanos, estos no son una forma de limosna, sino una verdadera «deuda social» respecto a la institución familiar, que es la base y la que tanto aporta al bien común de todos. La familia también forma una pequeña Iglesia, la llamamos «Iglesia doméstica» que, junto con la vida, encauza la ternura y la misericordia divina.

En la familia la fe se mezcla con la leche materna: experimentando el amor de los padres se siente más cercano el amor de Dios. Y en la familia y de esto todos somos testigos los milagros se hacen con lo que hay, con lo que somos, con lo que uno tiene a mano y muchas veces no es el ideal, no es lo que soñamos, ni lo que «debería ser». Hay un detalle que nos tiene que hacer pensar: el vino nuevo ese vino tan nuevo que dice el Mayordomo en las bodas de Caná nace de las tinajas de purificación, es decir, del lugar donde todos habían dejado su pecado, nacen de lo peorcito porque «donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia» (Rm 5,20).

y en la familia de cada uno de nosotros y en la familia común que formamos todos, nada se descarta, nada es inútil. Poco antes de comenzar el Año Jubilar de la Misericordia, la Iglesia celebrará el Sínodo Ordinario dedicado a las familias, para madurar un verdadero discernimiento espiritual y encontrar soluciones y ayudas concretas a las muchas dificultades e importantes desafíos que la familia hoy debe afrontar. Les invito a intensificar su oración por esta intención, para que aun aquello que nos parezca impuro, el agua de las tinajas, nos escandalice o espante, Dios –haciéndolo pasar por su «hora»– lo pueda transformar en milagro.

La familia hoy necesita de este milagro. Y toda esta historia comenzó porque «no tenían vino», y todo se pudo hacer porque una mujer –la Virgen– estuvo atenta, supo poner en manos de Dios sus preocupaciones, y actuó con sensatez y coraje. Pero hay un detalle, no es menor el dato final: gustaron el mejor de los vinos. Y esa es la buena noticia: el mejor de los vinos está por ser tomado, lo más lindo, lo más profundo y lo más bello para la familia está por venir.

Está por venir el tiempo donde gustamos el amor cotidiano, donde nuestros hijos redescubren el espacio que compartimos, y los mayores están presentes en el gozo de cada día. El mejor de los vinos está en la esperanza, está por venir para cada persona que se arriesga al amor. Y en la familia hay que arriesgarse al amor, hay que arriesgarse a amar. Y el mejor de los vinos está por venir aunque todas las variables y estadísticas digan lo contrario; el mejor vino está por venir en aquellos que hoy ven derrumbarse todo.

Murmúrenlo hasta creérselo: el mejor vino está por venir. Murmúrenselo cada uno en su corazón: El mejor vino está por venir. Y susúrrenselo a los desesperados o a los desamorados. Tené Paciencia, tené esperanza, Hacé como María, rezá actuá, abrí tu corazón, porque el mejor vino va a venir.

Dios siempre se acerca a las periferias de los que se han quedado sin vino, los que sólo tienen para beber desalientos; Jesús siente debilidad por derrochar el mejor de los vinos con aquellos a los que por una u otra razón, ya sienten que se les han roto todas las tinajas. Como María nos invita, hagamos «lo que el Señor nos diga», lo que Él nos diga y agradezcamos que en este nuestro tiempo y nuestra hora, el vino nuevo, el mejor, nos haga recuperar el gozo de ser familia, el gozo de vivir en familia. Que así sea. 


Con información de ACI Prensa y EWTN.

Los anarquistas hablan; dan sus motivos a través de un par de mensajes.

Se hacen llamar “Coordinadora de las Sombras” y son tajantes: nos toca hablar. Adjudican a sus células de encapuchados la autoría de hechos violentos y advierten que se trata del inicio de una estrategia encaminada a generar un "invierno subversivo".

Dan a conocer sus motivos y justifican sus formas de lucha, al mismo tiempo que critican a los movimientos sociales que se manifiestan de manera pacífica, al considerarlos "sectas inofensivas y lastimeras de las que el gobierno se ríe". La "Coordinadora de las sombras" deja claro que seguirán manifestándose a través de los métodos violentos de ataques directos contra lo que reconocen como símbolos de la "dictadura del mercado", como bancos o edificios de empresas privadas.

A continuación reproducimos íntegro el segundo de sus comunicados:

Mensaje segundo de la Coordinadora de las sombras.

¿Por qué ahora se preocupan de que no tengamos rostro, si antes de nos lo tapáramos para ustedes no existíamos?

Las palabras se empezaron a amontonar mientras nosotros todavía con las capuchas sudadas, las rabias sólidas y las sonrisas erguidas nos replegábamos entre las callejuelas a la violenta “normalidad”. Miles de comentarios monocordes se empezaron a propagar, era el discurso del poder muy bien maquillado lo que empezaron a repetir los ciudadanos mediatizados. La prensa no tardó en servir el plato caliente de la desinformación y de ayudar como altavoz para esta discursiva impulsiva y sin fundamento. Era urgente para el poder desvirtuar las chispas revolucionarias que brillaron en rincones varios de este país, así la opinión pública (su opinión pública) cumplió su rol, empezaron a hablar sin sentido –alarmados- sobre lo que no conocían, sobre lo que les parecía grotesco e inadmisible, sobre aquello que no encajaba por más que quisieran en su ensayada retorica ciudadanista-democrática. El poder nos teme, tiene motivos, rompimos una vez más su tan preciada paz social, y tratan de aplastarnos reduciéndonos a: “halcones”, grupos de choque, vándalos irracionales. Nos tardamos, pero con la rabia y la dignidad intacta, nosotros, como encapuchados y subversivos que con firmeza combatimos el 2 de octubre, aventamos nuestras palabras.

Nos toca hablar.

Atacar la propiedad privada -y a sus guardianes serviles- es reivindicar la superioridad de la vida sobre la dictadura de los objetos. Nosotros atentamos, no contra tal banco, no contra tal comercio, atacamos una lógica; atacamos a la asesina dictadura del mercado (bajo la que descansan millones de muertos y una naturaleza agonizante) de forma simbólica, apuntando contra su sustento, que es el respeto que nos han inculcado hacia su sacrosanta figura desde niños (ahí se incluyen a los policías, cuyo único fin es perpetuar el orden de la sociedad mercantil, o sea, defender esta). ¿En qué nos sirve esto? Miles, sabemos, sonreirían al saber que detrás de los ataques hay acciones de individuos conscientes; que están realizando acciones de negación, contra lo que ellos también tienen deseos de negar; la negación generalizada es el primer paso para la edificación. Ese es el sentido de un levantamiento (revolucionario, en el imaginario clásico) que la gente rompa su rol de mercancía, para asumirse como individuos, con capacidades. Muchos, están hartos de protestas inocuas, o de esperar a que alguien venga a “concientizarlos” o a “educarlos” (y no nos salgan con que lo que necesitan los oprimidos es cultura –y se imaginan su arte “alternativa” y buena onda) no quieren protestas, quieren afirmarse, quieren vengarse, quieren dar rienda suelta a sus pasiones, quieren hacerse escuchar, no por los de arriba, si no por sus iguales, e inclusive escucharse a sí mismos. Y sabemos que cuando den este paso, estarán empezando a tratar la revolución.

Varias noches de insurrección violenta pueden hacer más que diez años de incansable propaganda silenciosa.

(No somos imbéciles sabemos que la revolución no es solo romper vidrios, apuntamos a la organización autónoma de los oprimidos, a crear estructuras autónomas de organización donde se construyan las redes para una realidad horizontal, pero sabemos que esto se dará con miras a, durante y después de la insurrección, y con gusto sumaremos aportes a esta visión).

En el primer mensaje dejamos claro que no tenemos rostros, no tenemos voceros, aunque si palabra. Algunos lo saben, no aparecimos ayer, no somos un producto de moda, creado desde la nada. A esos activistas incautos que hoy nos acusan de no ser parte de la lucha les preguntamos:

¿Quiénes fueron frente de combate contra la Policía Federal durante la rebelión Oaxaqueña? ¿Quiénes dieron guerra durante la Cumbre de 2004 en Guadalajara? ¿Quiénes resistieron al lado de las bases dignas de la CNTE el 13 de Septiembre? Antes de hablar de que nosotros somos INFILTRADOS, sepan que hemos combatido con los pueblos, que sabemos lo que es la resistencia, y por ello mismo no nos sentimos una vanguardia, o el frente único e iluminado del movimiento social, sabemos lo que ha sufrido la gente y conocemos los errores de las luchas recientes. Conocemos quienes son los traidores y los señalamos con el dedo, sabemos que los “movimientos sociales” lucran con las esperanzas y con la sangre de muchos, así que nos van a venir a hablar de… ¿Reventar sus movilizaciones? ¿Debilitar al movimiento social? ¿De qué movimiento hablan? ¿De ese conjunto de sectas inofensivas y lastimeras de las que el gobierno se ríe? ¿Ese movimiento de entreguistas que espera a que en 2 milenios por obra de una fuerza metafísica las masas se articulen y empiecen a avanzar hacia la (lenta muy lenta) transformación de la sociedad?

Discúlpennos, enserio, no es desprecio por los esfuerzos genuinos, pero estamos hartos de tener que esperar. Estamos hartos de que nuestros muertos se pudran en el olvido, o detrás de esos discursos aburridamente-repetitivos al final de mítines de marchas incoloras. La lucha callejera no espera, grita por la venganza del pasado, por la pasión del presente, y por la negación que abre el camino al futuro, y sabemos, lo hemos visto, muchos ya se empiezan a sumar. A pesar de que nos tratan de enterrar con la opinión pública, vemos a miles que se vuelcan a nuestro lado. Por ellos y ellas seguimos más que firmes.

El mayor miedo del estado es saber que existen agentes ajenos a su lógica. Creían tener el monopolio de la fuerza, y nuestra práctica es una muestra contundente de que no es así. La violencia no solo les pertenece a ellos, hoy tenemos en nuestras manos el fuego, y a pesar de su gran maquinaria, no nos detendrán. Volveremos más pronto de lo que piensan. La pradera va a arder.

Que quede claro, ¡queremos fomentar una crisis social contra los valores de la dictadura del poder autoritario-mercantil! ¡Queremos propagar las insurrecciones que ya por todo el mundo empiezan a vislumbrarse!

Ante la embestida represiva, levantemos la capucha, mantengamos la furia en las calles y cultivemos nuestras conciencias.

Con los brazos armados y propagandísticos del poder ¡Ninguna consideración!

¡Hace 45 años acusaban a los sectores más combativos del movimiento estudiantil de ser Rusos, o agentes de la CIA, hoy nos acusan de PRIistas personas que desconocen la lucha real!

¡Fuego a los policías y a sus defensores (sean estos de izquierda o de derecha)!

¡Abajo el régimen de muerte y miseria!

¡Solidaridad con las y los detenidos!

¡Con la revuelta no podrán!

Primeros días de Octubre. Territorios admini$trado$ por el estado Mexicano.

Coordinadora de las sombras

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