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Alcaldesa de Morena llama 'taradas' a las mujeres que están a favor del aborto.



Célida López Cárdenas, alcaldesa del municipio mexicano de Hermosillo, en el estado de Sonora, tildó de "taradas" a las mujeres que están a favor del aborto.

En las redes sociales circula un video en el que se aprecia en un evento a López Cárdenas, presidenta municipal por parte del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), hablando acerca de las mujeres que abogan por el aborto legal y seguro en el país.

"Claro, abres las piernas o las cierras, estás tomando absoluto control de tu cuerpo, ¿no?, de verdad. Es que hay que decidir sobre nuestro cuerpo, yo las escucho y digo: 'estas taradas, no es posible que digan eso'; pues, si eres tú la que tomas la decisión y luego quieren andar abortando, con el trapo verde a todo motor, muy mal", expresó.

Para la política, además, esto "es parte de la crisis que estamos viviendo".


En el mismo discurso, Célida López Cárdenas, quien aspira a la reelección, se autodefinió como "feminista".

"Sí, pero soy una mujer que siempre ha trabajado defendiendo a las mujeres pero de igual; mi lucha no es contra los hombres, mi lucha es contra mí, contra mí misma, tengo que vencer mis miedos, mis frustraciones", agregó.

Feministas arremeten contra alcaldesa.

Al salir a la luz el video, las feministas no se hicieron esperar y reaccionaron fuerte contra las palabras de la alcaldesa morenista. 

"Si tienen esos pensamientos de cavernas no puede ser feminista", comentó una usuaria en Twitter; mientras que otra catalogó de "discriminatorio" el discurso, que va "en contra de los derechos de las mujeres".

Esta polémica se presenta en medio de las fuertes diferencias del movimiento feminista con el partido Morena y el gobierno del presidente López Obrador, a quien acusan de "no romper el pacto patriarcal" al  

En el tema específico de la interrrupción del embarazo, el propio presidente Andrés Manuel López Obrador nunca se ha pronunciado a favor de impulsar una ley para legalizar el aborto, e incluso la opositora Patricia Mercado, reconocida feminista impulsora de la despenalización del aborto y senadora por Movimiento Ciudadano, afirmó hace un par de años que AMLO era el principal obstáculo para la legalización del aborto en México. 



El falso debate feminista sobre “género” y “política identitaria” nos desvía de los asuntos mundiales.



Alemania se encuentra sumida en medio de una absurda “guerra cultural” en la que la sociedad se enfrenta continuamente a los autoproclamados “guardianes” y “jueces” que levantan su voz en defensa del “leguaje de género” y de la “inclusión y la antidiscriminación políticamente correcta”. Se trata de un debate sofista y confuso sobre palabras y lenguaje promovido por los que pretenden abolir las estructuras llamadas “patriarcales” de la sociedad en nombre de la lingüística feminista, la exaltación de las virtudes del “lenguaje de género”, la descolonización y la “desconstrucción” de la filosofía y del arte.

La obsesión por el “lenguaje de género” ha conquistado diversas emisoras de TV y a la prensa en general, al igual que en el resto del mundo occidental. Las anclas principales de los noticieros de la red de televisión ZDF y de la Deutschlandfunk (Radio alemana), ya no usan el género masculino -en vez de “programadores”, usan “programad*s” (Zuhörer*innen); en vez de oyentes (Zuhörer), “oyent*s (Zuhörer*innen); en lugar de “doctores” (Ärtz), doct*s (Ärtz*innen); es decir, usan el “asterisco de género” para que la palabra se perciba como “neutra”, con la inclusión del género femenino reforzado por el término innen (dentro).

El proyecto “Gender Light” es una creación de mujeres periodistas, apoyado inclusive por el Ministerio de la Familia alemán, que ofrece ayuda a todos los que se sienten discriminados por el uso de la lengua y del habla. Por ejemplo, entre 99 médicos hombres una doctora puede sentirse reprimida y discriminada por no ser mencionada explícitamente en la expresión genérica “médicos”, de ahí la expresión Ärtz*innen. Las normas también exigen que, si se mencionan “mujeres o personas trans o intersexuales” en un texto determinado, estas deben identificarse explícitamente.

Otro ejemplo típico es el torrente de indignación desatada contra el conocido historiador de la Universidad Humboldt de Berlín Joerg Baberowski, cuyo “Centro de estudios de las dictaduras (él es especialista en Historia del Este, y autor de varios estudios sobre Stalin, entre otros personajes comunistas históricos) fue “cancelado” y sus conferencias fueron boicoteadas, acusado de ser muy “prorruso”. Como muchos otros profesores que dan clases en diferentes universidades alemanas, se volvió víctima de lo que hoy se conoce como “cultura de la cancelación”.

Su origen

Este debate de los nuevos sofistas se originó en Estados Unidos con Judith Pamela Butler, filósofa y teórica de género, cuyo trabajo ha influenciado la filosofía política, la ética y los campos del feminismo de la “tercera ola”, Tiene sus raíces en la “teoría crítica de la Escuela de Frankfurt” y se dio a conocer por su libros Problemas de género: feminismo y la subversión de la identidad (1990) y Cuerpos que importan: los límites discursivos del sexo (1993), en los que desafía las nociones convencionales de género y desarrolla su teoría de la “performatividad del género”, de gran influencia en los estudios feministas y de homosexualidad. Butler ha apoyado movimientos por los derechos homosexuales y ha influido en varias cuestiones políticas contemporáneas, entre ellas críticas al sionismo, a la política de Israel y a sus efectos en el conflicto israelí-palestino.

Según la teoría de Butler podemos ver que el debate actual en Alemania califica a los que defienden los valores fundamentales de una sociedad -como justicia, tolerancia, amor, búsqueda de la verdad, solidaridad, creencia en una religión monoteísta y en la vida familiar- de “racistas” o “extremistas de derecha”. Las personas orientadas a esos valores se consideran expresiones típicas de una “visión del mundo racista y patriarcal” o creyentes de la filosofía clásica de “filósofos blancos muertos” (por ejemplo, Platón y Aristóteles). En lugar de esto, se exige que dichas creencias se sustituyan con una filosofía de “identidad”.

Un caso típico es un artículo publicado en New York Times Magazine del 2 de febrero pasado sobre el profesor de la Universidad de Princeton Dan-el Padilla Peralta, profesor afroamericano de estudios greco-romanos. En el artículo se menciona que él sostiene que esos filósofos clásicos estarían muy vinculados a la identidad de la civilización occidental fundada en conceptos de “sabiduría y supremacía blancas”. Por ello pide expurgar de los planes de estudios universitarios de filosofía a los “filósofos blancos muertos”, pues representan una filosofía racista.

El ejemplo de los programas de estudio de matemáticas de la Universidad de Oregon es más que ilustrador, ya que, según el Departamento Cultural de la universidad observa que la fórmula matemática de 2+2≠4 sería originada por la “supremacía blanca”, por lo que habría que investigar (sic) otras formas (Frankfurter Allgemeine Zeitung, 02/03/2021).

…y la injusticia social y política…

El pasado 22 de febrero, el profesor Wolfgang Thierse, ex presidente del Parlamento Federal alemán publicó un ensayo en el Frankfurter Allgemeine Zeitung titulado “¿Cuánta ‘identidad’ puede tolerar la sociedad? Dice que “la política identitaria no se debe convertir en una guerra de trincheras que destruya el sentido del espíritu público: lo que necesitamos es una nueva Solidaridad”. Thierse identifica correctamente tales formas modernas de guerra ideológica y afirma que, hoy, las cuestiones sobre la pertenencia cultural de las personas están provocando más debates acalorados y divisiones que las que se refieren a la “justicia política y social”. El debate ideológico se centra en la “identidad étnica y sexual”, en el debate sobre “racismo”, “post colonialismo” y “género”. Según él, la “política de identidad de derecha” se concentra tan sólo en la “homogeneidad cultural y nacional” bajo un disfraz de patriotismo que expresa odio e intolerancia contra forasteros que piensan de forma diferente y clama por su exclusión.

Por otro lado, observa, la “política de identidad de izquierda” se funda en la reivindicación de “igualdad” que pretende luchar por los derechos de igualdad (política, económica y social) de las minorías y es una respuesta a lo que se denomina “experiencia de discriminación”. Thiers se refiere al fenómeno de la “cultura de la cancelación” de la sociedad alemana, que se está extendiendo por el medio académico, lo que conduce muchas veces a la exclusión de las universidades de personas que tienen opiniones divergentes y que no usan un lenguaje “políticamente correcto”, o “reglamentado”. En realidad, esto es contrario a cualquier cultura democrática.

El absurdo es que no son los “argumentos racionales” los que dominan el debate, sino que a partir del “origen y la condición social” se decide lo que es “correcto”. Comenta la diseminación de una ideología que se opone a la “supremacía blanca” y usa el mito de algún tipo de “culpa hereditaria”. Así que quien es “blanco” es culpado. Cuando los profesores universitarios tienen que usar de toda su cautela para dirigirse a sus alumnos -por ejemplo, con el uso de una fórmula como “Buenos días, Señora, Señor, Humano, Diversos, etc.” -esto deja de ser inofensivo, afirma Thierse.

Para Thierse, lo que vemos ahora es “una nueva forma de iconoclastia”: la erradicación de nombres, el derribo de estatuas y monumentos (como la estatua de Cristóbal Colón de San Francisco en 2020), las denuncias sobre gigantes intelectuales, etc. Lo que vemos son “actos simbólicos de liberación” de una historia “maléfica”, perturbadora, donde la “preocupación subjetiva” cuenta más que el nombre de una estatua o de un filósofo. Dado que vivimos en una sociedad de pluralidad étnica, cultural y religiosas, Thierse pide un “debate profundo” en la sociedad, que se concentre en aquello que la “base común de valores” que mantienen unida una sociedad. La sociedad no puede funcionar “si grupos aislados insisten en sus diferencias, en sus “identidades” específicas, sino que debemos esforzarnos en ver lo que es común respecto a las ideas de libertad, justicia, normas culturales, tradición y memorias históricas”.

En una entrevista concedida a la radio DLF el 26 de febrero, Thierse dijo que su artículo había producido una “tempestad de mierda” y de “hashtags” de homosexuales y lesbianas. Entre otras cosas fue llamado “viejo blanco con orientación heterosexual”. Contra él se levantó la teórica de género de la Universidad de Trier Andrea Geier, también jefa del Centro de Estudios de Género y Post Coloniales, quien defendió un debate más “orientado al género” y “sensible al género” en Alemania.

Lenguaje estéril

En marzo de 2019, la Asociación de la Lengua Alemana (VDS, por sus siglas en alemán), con 36 mil miembros, publicó un manifiesto firmado por 73 mil personas, entre ellos prominentes investigadores de idioma, escritores, poetas, políticos, diplomáticos y periodistas. El documento, en esencia, afirma que lo que se ha dado en llamar “lenguaje correcto de género” parte de un “error general”, el de que habría una conexión entre el sexo biológico y el género gramatical (en alemán, león, der Löwe, es masculino, jirafa, die Giraffe, es femenino y caballo, das Pferd, es neutro). Los signatarios afirman también que el lenguaje “de género” genera una variedad de “construcciones lingüísticas ridículas”, por ejemplo, el uso de dos participios verbales para evitar cualquier género explícito. Para empeorar las cosas, afirman, “tales distorsiones del lenguaje ni siquiera ayudan a las mujeres a conquistar más derechos”. En la Constitución Federal alemana, observan, hay 20 referencias al puesto de “canciller federal” en masculino (Bundeskanzler), lo que “no impidió las múltiples elecciones de Angela Merkel al puesto”, que fue tratada en femenino (Kanzlerin, es en alemán el femenino de canciller, pero en español cancillera es un canal de desagüe), lo que tampoco “creará problemas para una posible nueva canciller”.

El manifiesto concluye con el pedido de una resistencia masiva contra tales “absurdos de género”, los que, sin embargo, han conquistado posiciones en la prensa alemana.

Traición de la herencia filosófica de la Civilización Occidental

En Alemania y en Estados Unidos quien domina en la actualidad el uso del lenguaje humanista clásico y cree en los principios clásicos del arte y de la búsqueda de la verdad con el método de Platón se le califica de “racista”, alguien que se identifica con la filosofía de los “hombre blanco muertos”. Uno de estos, por ejemplo, es el filósofo griego Platón, quien en su conocida obra La República hace una crítica magistral de aquello que es la base de la iconoclastia de hoy: el arte de los sofistas, en realidad, una secta que, en los tiempos de Platón, reunía a los más fervorosos enemigos del método dialéctico de Sócrates. Entre ellos destacaba Trasímaco, un férreo enemigo personal de Platón y de su método dialéctico.

En La República (Libro I), Trasímaco proclama que “la justicia es el interés del más fuerte”, lema practicado, siglos después, por el jurista nazi Carl Schmidt y por toda suerte de autócratas. Platón demuestra en su obra que los sofistas era los verdaderos enemigos de su amado maestro Sócrates. Fueron ellos los que organizaron el juicio que concluyó con la sentencia de muerte contra él, acusado de corromper a los jóvenes con la rigurosa aplicación de su método dialéctico de pensamiento. Los sofistas preferían emitir meras “opiniones”, y esa era su característica, antes que empeñarse en buscar la verdad. En su diálogo, Platón mostro que, en una sociedad regida por los sofistas, todo es arbitrario, en nombre de la “democracias” y cada uno hace lo que le place.

En la Alemania de hoy, algunos de los más fervorosos defensores de la sociedad de “género” se pueden encontrar entre los partidarios del Partido Democrático Liberal (FDP) y del Partido Verde. Una de las hazañas es un proyecto de ley por el cual cada individuo puede escoger, a partir de los 14 años, el “género” que desea tener, sin el consentimiento de sus padres, es decir, si quiere ser hombre, mujer, gay, lesbiana, transexual, bisexual o diverso, para mencionar unas pocas de las categorías usadas para definir su “orientación sexual” o la “verdadera identidad”.

Feministas dañan y hacen pintas en imagen de la Virgen María.

 
Una imagen religiosa de la Virgen María sufrió daños durante la marcha anual que realizan las feministas el 8 de marzo para conmemorar el día de la mujer.

Estos hechos ocurrieron en la provincia de Córdoba, en Argentina.

Durante la marcha, en la que la reivindicación central de los grupos feministas fue su exigencia de la legalización del aborto, algunas de las activistas más radicales se aproximaron a la imagen de la Virgen y comenzaron a lanzarle pintura roja y además hicieron pintas a favor de su movimiento sobre la base de la escultura y en el piso alrededor de la misma. 

Por este hecho seis feministas fueron arrestadas. 

Estos acontecimientos ya se han vuelto una costumbre en Argentina, donde cada año los colectivos de mujeres feministas radicales hacen pintan en templos católicos o lanzan piedras contra ellos e incluso han intentado incendiar parroquias católicas lanzando bombas molotov.

Crece la resistencia contra la ideología de género en la ONU.

Por: Silvia Palacios.
Hace 15 años los organismos especializados de la ONU albergaron la ideología de género fabricada por un poderoso cabildo maltusiano internacional que logró imponerla en la Conferencia sobre la Mujer realizada en Pekín. Desde entonces las naciones y sus poderes constituidos han sido fuertemente presionados para adecuar sus legislaciones y su cultura a las resoluciones aprobadas, un tema que de facto entró al juego de las presiones diplomáticas. Hasta el momento la ONU ha servido de palco de honor para forzar un cambio cultural en todo el mundo, nuevas convicciones que ponen en duda la existencia de la familia natural,las diferencias entre el hombre y la mujer, y la gestación de la vida.
Por eso es muy importante que un grupo de naciones que representa a una buena porción de los habitantes del planeta, se una para enfrentar aquel poder supranacional que en aras del cumplimiento de una agenda retrógrada ponga en entredicho hasta la existencia de la persona y de la soberanía de los Estados. Así el 15 de junio pasado en Ginebra, según un despacho de la ACI/EWTN Noticias del 28 de junio, el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en su 26° período de sesiones, aprobó una resolución que reconoce a la familia como el núcleo de la sociedad.
La resolución fue aprobada por 26 votos a favor contra 15 y seis abstenciones e indica que:
“Reconocemos a la familia como el núcleo natural y fundamental de la sociedad, y tiene derecho a la protección por parte de la sociedad y el Estado (…) La familia tiene la responsabilidad primaria de nutrir y proteger a los niños (…) para el desarrollo completo y armonioso de su personalidad, deben crecer en un ambiente familiar y en una atmósfera de felicidad, amor y entendimiento.”
Posiblemente cuando en Pekín se impuso la ideología del género, la mayoría de la población ni siquiera imaginaba que en algún momento establecer la prevalencia de la familia natural constituiría un tema de discrepancia mundial. Pero en este lapso aquellos grupos de poder que controlan medios de comunicación, sistemas educacionales, movimientos sociales, y otros medios de propaganda se pusieron al frente de una verdadera guerra cultural contra la civilización cristiana.
Los países que votaron a favor son Argelia, Benin, Botswana, Burkina Faso, China, Congo, Costa de Marfil, Etiopía, Gabón, India, Indonesia, Kazakstán, Kenia, Kuwait, Maldivas, Marruecos, Namibia, Pakistán, Filipinas, Federación Rusa, Arabia Saudita, Sierra Leona, Sudáfrica, Emiratos Árabes Unidos, Venezuela y Vietnam.
Como se puede constatar los países europeos que se supone son el centro de gravedad de la civilización cristiana occidental, una vez más reniegan de sus orígenes y persisten en mantenerse aislados congelándose en el pesimismo cultural del hedonismo del “no hijos” causante del invierno demográfico que los asola. Los estados que se opusieron a esta resolución a favor de la familia son Austria, Chile, República Checa, Estonia, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Japón, Montenegro, República de Corea, Rumania, Reino Unido y Estados Unidos.
En lo que toca a Iberoamérica, las naciones votantes si no se distinguieron por su compromiso activo para sumarse a las naciones que se zafan de las imposiciones que demanda la diplomacia del género, por lo menos, por ahora, se abstuvieron. Estas son: Argentina, Brasil, Costa Rica, México, Perú , Cuba no votó. Y la República de Macedonia también se abstuvo.
“La derrota (del concepto) de varios tipos de familia demuestra que la ONU está cansada de este tipo de debates”, sintetizó Austin Ruse presidente del Instituto Familia Católica y Derechos Humanos en Estados Unidos en declaraciones recogidas por el sitio web BuzzFeed. A lo que agregó, “la mayoría de estados miembros quisiera avanzar hacia temas que preocupen al mundo y no solo a élites en el (hemisferio) norte”.
Aunque por su dimensión el revés que sufrió en la ONU el cabildo maltusiano es más determinante, el ámbito continental de la OEA también fue plataforma de confrontación en torno a algunos aspectos de la ideología del género.
De acuerdo a la asociación española CitizenGo, en la última Asamblea General de la entidad realizada en Paraguay entre el 3 y 5 de junio, el secretario general, José Miguel Insulza reconoció que tratar de insistir en el tema de los derechos del grupo LGBT, como ha acontecido en los últimos seis años, sólo ha producido “fricciones”, ya que existen naciones del continente que se oponen vehementemente a la aplicación vinculante, del aborto, del casamiento homosexual y de la adopción de niños por parte de estos, y que con razón temen los castigos externos a su soberanía que se les impondrían si no obedecen a alguna resolución que por ventura su población rechazará.
Debido a la controversia, no fue aprobada una resolución impulsada por Brasil, Argentina y Uruguay sobre los derechos al grupo homosexual. El representante del gobierno de Guatemala aclaró el tema. “Mi país declara que promueve y defiende los derechos humanos y, con relación a las disposiciones de esta resolución, no discrimina por cualquier razón, por motivos de raza, credo, sexo, etc. No obstante, Guatemala considera que legalmente no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, y eso no constituye una práctica discriminatoria”.

Lobby abortista miente inventando cifras para justificar el aborto: El ejemplo de Uruguay.


Uruguay, el primer país hispanoamericano en legalizar el aborto (en diciembre de 2012), campo de pruebas del abortismo en Hispanoamérica, ya tiene los datos de su primer año de aborto despenalizado.

Ahora que la ley no lo castiga -pero que socialmente aún no se ha generalizado- se ha visto la demanda real: 6,676 abortos. 

Es evidente que los abortos ilegales, los de antes de 2012, bajo persecución penal y dificultades de acceso, eran menores que esos.

Uruguay es modelo para Hispanoamérica también por las mentiras y técnicas del lobby abortista, encabezado por el antiguo líder abortista Leonel Briozzo, hoy subsecretario de Salud Pública. 

Y es que Briozzo había promocionado el aborto cuando era ilegal hablando -incluso en un formalísima comparecencia ante el Senado en 2003-, de hasta 150.000 abortos clandestinos en el pequeño país uruguayo.

El gestor número 2 de la salud de Uruguay es un hombre que se equivocó "un poquito" al valorar una realidad sanitaria: ¡la realidad es 22 veces menor de lo que Briozzo decía!

De los 6.676 reales a los 150.000 que decía Leonel Briozzo y el lobby abortista, hay un trecho. 

Él sabía que los 150.000 eran mentira, obviamente, pero en el manual del activismo abortista la estrategia es esa: para legalizar el aborto, hay que mentir lo que haga falta.

Falsificación de estadísticas.

La primera de esas instrucciones, como explicó ya en 1982 en una conferencia en el Colegio de Médicos de Madrid el médico ex-abortista Bernard Nathanson, es la "falsificación de estadísticas y encuestas que decíamos haber hecho". 

Es decir, las cifras absurdamente infladas, dar la sensación de que practicamente todas las mujeres abortan a escondidas, y de que grandes cantidades de ellas mueren desangradas. 

Cuando la realidad demuestra que las cifras abortistas son falsas, que han mentido descaradamente, los abortistas se encogen de hombros, como si no pasase nada: "hubo errores de estimación", dicen. 

En 2003, el ginecólogo y apóstol del aborto en Uruguay, Leonel Briozzo, acudió a una comisión del Senado a hablar de 150.000 abortos clandestinos anuales en el país. 

Era una cifra absurda, imposible. Uruguay es un país pequeño, moderno, y con buenas estadísticas. Como señaló el doctor Omar França-Tarragó, profesor de Bioética, en Uruguay hay 707.000 mujeres en edad fértil (datos de 2007), de las que 70.000 son estériles, 53.000han dado a luz ese año, unas 100.000 no tienen relaciones sexuales, unas 250.000 usan establemente el preservativo, hay 100.000 dius implantados en el país y se consumen 200.000 ciclos de anticonceptivos cada mes. 

¿Cuántas mujeres quedan, pues, como candidatas a un posible aborto? Unas 27.000 mujeres, concluye el doctor França Tarragó. ¿Cómo pensar entonces que se produzcan 150.000 abortos al año? 

Rebajando el engaño.

La mentira era tan exagerada e insultante que el lobby abortista la rebajó y en 2004 el diputado pro-aborto Rafael Sanseviero ya hablaba de 33.000 abortos clandestinos, otra cifra absurda y exagerada. Sanseviero exageraba la realidad: multiplicó los abortos reales por 5.

Otros estudios citados por lobbies como Agendadelasmujeres.com.ar hablaban en 2006 de 52.000 abortos clandestinos (multiplicaban los abortos reales por 8). 

Y el lobby abortista Iniciativas Sanitarias en 2010 en Paginas12.com.ar insistía en los 33.000.

La cifra mágica de los 33.000 abortos anuales (¿más de uno por mujer y año?) gustó a Leonel Briozzo, que ha medrado y hoy es subsecretario de Salud Pública con el gobierno del ex-guerrillero tupamaro Enrique Mújica. 

Cuando llegaron los datos reales del primer mes de aborto despenalizado (200 abortos) el abortista reconvertido en político se enfadó con los que le decían que esas no eran la cifras que había repetido durante una década.  

Desde su despacho de la Administración estatal respondió (en una detallada entrevista en Brecha.com.uy): "Esos datos –que tomó toda la prensa con una avidez que no deja de asombrarme– fueron dichos por mí en una entrevista radial. Es lo que estimamos que está ocurriendo, pero no es una cifra oficial, porque no la tenemos y tampoco la vamos a dar mes a mes porque esto no es un reality". 

Y añade criticando a los que piden datos reales: "la avidez por conocer números es agitar fuera de lo sanitario".  

Pero al pasar un año llegaron por fin los datos reales: 6,676 abortos. 

Briozzo ahora dice estar muy satisfecho. Señala que la tasa no es alta (9 abortos cada 1000 mujeres fértiles, entre 15 y 44 años), comparando con países de Europa Occidental. Es un engaño: tampoco la tasa era alta en el primer año de despenalización en España: eran 15.000 abortos; hoy son unos 118.000 al año. (Lea "Breve historia del aborto en España" para saber lo que pasará próximamente en los países hispanos que aprueben el aborto).

Briozzo repite los mantras del manual abortista de después de legalizar el aborto (que son distintos a los de antes de legalizarlo): «El primer año de esta política pública nos indica que la práctica del aborto es una práctica segura, accesible e infrecuente. (...) Estamos muy conformes con como se está desarrollado esta ley, que pretende proteger a la mujer y disminuir el número de abortos (sic), y lo estamos logrando».

No está claro como puede presumir de "disminuir el número de abortos". ¿De verdad quiere que se vuelva a creer en las fantasiosas cifras de 150,000 o de 33,000 abortos anuales que usó antaño?

El aborto a chicas menores de 19 años es de un 18% de todos los realizados: 1.240 chicas. Y le parece "poco" (en España es aproximadamente el 10%).

La varita mágica legalizadora

Briozzo y los abortistas suelen decir que de forma mágica, al legalizar el aborto, éstos se reducen. Por lo general se remiten a cierto estudio de The Lancet que confunde países sin sanidad con países avanzados Briozzo proclama: "Hay una relación estadísticamente significativa: el aborto desciende cuando es legal".

Por supuesto, es falso, y tiene que ver con cambios en la demografía, el envejecimiento de la población, mayor anticoncepción y, sobre todo, con el truco más viejo: te inventas que antes de la legalización había muchos abortos y así puedes decir que "ahora hay menos". 

La ley usa el coladero de "salud de la madre"

Para abortar en Uruguay acogiéndose a la despenalización debe hacerse antes de las 12 semanas de gestación (o de 14 semanas si el nuevo ser humano se originó en una violación) y la mujer debe explicar -para el registro estadístico- la causa, aunque cualquier explicación es válida. (Puede leer la ley aquí).

El aborto eugenésico (matar al feto porque está enfermo) no tiene límite de plazo. Según la letra, en el papel, está muy restringido, porque aunque las agencias de noticias lo llaman "aborto por malformación del feto", en realidad la ley no habla de "malformación" sino algo más estricto: "malformaciones incompatibles con la vida extrauterina".Por lo tanto, no sería legal abortar bebés con síndrome de down, por ejemplo, si se detectan pasadas más de 12 semanas.

Pero en la práctica es una ley de aborto libre debido al "coladero" que ya se usaba, por ejemplo, en la ley española de 1985 a 2010: se despenaliza todo aborto, en cualquier momento del embarazo si hay "riesgo para la salud de la madre". 

Aunque algunas agencias de noticias hablan de "riesgo para la vida de la madre", la ley no dice eso: dice "riesgo para la salud". Y la salud, según la OMS, como recuerdan los médicos abortistas una y otra vez, es el "pleno bienestar físico, psíquico, económico y social".

¡Cualquier cosa es "riesgo para la salud"! En España, en los últimos 4 meses, los psicólogos que firmaron certificados de "riesgo para la salud psíquica" que ampararon el 98% de los abortos de 1985 a 2010, dicen ahora -buscando una ley de plazos sin necesidad de alegar causa- que la ciencia psicológica es incapaz de decir si un embarazo es causa de riesgo para la salud psíquica de una mujer, que eso no es científicamente demostrable. 

La ley uruguaya despenaliza el aborto sin plazo de tiempo "cuando la gravidez implique un grave riesgo para la salud de la mujer. En estos casos se deberá tratar de salvar la vida del embrión o feto sin poner en peligro la vida o la salud de la mujer". El médico abortista siempre alegará que había "riesgo para la salud psicológica, ética o social",practicará el aborto y cobrará su dinero. 

Precedentes en España, útiles en Hispanoamérica


Incluso si tomamos sólo los últimos 10 años, cuando se ha extendido la píldora del día después, con 700.000 píldoras anuales repartidas gratis, con anticoncepción generalizada en España... en 2011 se practicaron 118.000 abortos, casi el doble que en el año 2000, último año sin píldora poscoital. Y, más aún, entre las más jóvenes el aborto creció más: del 7,5 por mil al 13,6 por mil. Pero desde luego, muy lejos de los fantasiosos 300.000 abortos clandestinos que decían los abortistas españoles en 1974.

Las mentiras de El País, hoy como ayer

Aún hoy, en mayo de 2013, en España el diario pro-aborto El País sigue hablando sin sonrojo (aquí, 4 de mayo de 2013, por ejemplo) de esos 300.000 abortos anuales y de 3.000 españolas que, insisten todavía sin prueba alguna, morían por aborto ilegal cada año, aunque sus cadáveres no han aparecido nunca. 

Las cifras de los 300.000 abortos eran, por supuesto, un invento (hay quien lo remite a un ectoplasmático informe de la fiscalía del Tribunal Supremo de 1974). La realidad es que al legalizarse el aborto en 1987 hubo 17.700 casos; en 1988, 26.000; en 1989, 30.500; en 1990, 37.000. 

En nuestros días, como hemos dicho, unos 118.000, seis veces más que en los años ochenta. 

El aborto legal no redujo el aborto en España, ni siquiera con píldoras del día después gratis y de libre disposición: en el siglo XXI se ha doblado.

Los  cadáveres inexistentes


El otro engaño clásico de los abortistas es el de las mujeres muertas por aborto. ya hemos visto que El País en España sigue hablando de 3.000 fantasmagóricas españolas que morían cada año por ello (es decir, serían 30.000 mujeres en los años 70), aunque sin dejar cadáver ni rastro alguno.

Los abortistas de Uruguay son más modestos: el lobby abortista FUS en 1985 hablaba de 100 uruguayas muertas por aborto clandestino cada año.

Leonel Briozzo repetía ese bulo con toda facilidad en 2003 al Senado, cuando la "avidez por los números" le parecía cosa buena. 

La realidad, como señala el doctor Omar França-Tarragó, está en las estadísticas oficiales de Uruguay. En 2004, por ejemplo, ¿de qué morían las uruguayas en edad fértil,mujeres jóvenes, de 10 a 44 años? Está bien medido: 

42 se suicidaron
29 por sida
23 asesinadas
7 por causas obstétricas
1 por aborto provocado

De 1 (dato real) a 100 (dato inventado que usan los abortistas) hay una evidente manipulación. 

Los abortistas suelen responder que las mujeres que se desangran por abortos ilegales chapuceros entran en los hospitales y se registran como muertas por septicemia, por infección, camuflando el aborto, pero en toda Uruguay, a lo largo de los años 90, por ejemplo, apenas había anualmente entre 7 y 10 mujeres en edad fértil (hasta 44 años) que muriesen por septisemia en el país. Muertes tristes, como todas, pero poco camuflaje es ese. Lo mismo podría decirse de las cifras de Argentina, México y otros países. De nuevo, se ve la mentira evidente de las cifras abortistas.

Los países sin aborto, los más sanos

De hecho, los datos de la Organización Mundial de la Salud muestran que los países que prohíben el aborto tienen menos mortandad materna que los países abortistas, como se demuestra en esta tabla

Tasa de Mortalidad Materna por 100,000 nacidos vivos (datos OMS 2011)

Uruguay (cuando había aborto restringido) 27 muertes maternas cada 100.000 nacidos vivos

Estados Unidos (aborto a petición) 24

China (aborto a petición e impuesto) 38

Rusia (aborto a petición) 39
Cuba (aborto a petición, buena sanidad) 53
Inglaterra (aborto a petición)12
Canadá (aborto a petición) 12
Rumania (aborto a petición) 27
Irlanda (no permite el aborto) tan sólo 3
Polonia (no permite aborto) tan sólo 6

Tabaré Vázquez, socialista, pero médico

El mantra del doctor Briozzo y otros abortistas de que el aborto legal mejora la salud de las mujeres está más que refutado desde hace muchas décadas. Por eso, un ilustre médico y político uruguayo, Tabaré Vázquez, presidente del país de 2005 a 2010, socialista pero contrario al aborto, que lo vetó en 2008 con su veto presidencial, decía durante el debate en 2013: 

"También en medicina es válido el principio ético según el cual el fin no justifica los medios. En esa perspectiva, provocar abortos para evitar abortos es tan contradictorio como combatir la muerte ocasionando la muerte o eliminar la enfermedad matando al paciente, lo cual nada tiene que ver –aclaremos por si acaso- con los cuidados paliativos o la muerte sin sufrimiento como componentes formales y éticos del derecho a la salud”, sostuvo al presentar el libro “Veto al Aborto. Estudios interdisciplinarios sobre las 15 tesis del Presidente Tabaré Vázquez”. 

Tabaré Vázquez fue claro también en 2008 al insistir en que la ciencia médica demuestra que la vida de cada individuo humano empieza en la concepción.

La ideología de género es un peligro para las naciones.



Por: Silvia Palacios.

Las grandes verdades morales, aquellas que enaltecen al género humano, a veces tan sencillas de elaborar y comprender, y que en definitiva alimentan el espíritu de los individuos y por ende de las naciones, han sido blanco de ataque de los poderes políticos dominantes, desde que estos embarcaron en un nuevo orden unimundista y neoliberal; por eso las agencias de propaganda que tienen a su servicio las esconden, condenan, o difaman. Y en su lugar han creado una atmosfera asfixiante para que la población acepte como “natural” nuevas relaciones sociales basadas en: el aborto, el feminismo radical, el casamiento homosexual, la ideología del género, el consumo de drogas, y otras que refuerzan el individualismo.


Son contados con los dedos de una mano, los gobernantes actuales que se atreven a desafiar tal sistema anticultural dominante en el mundo para proteger a sus conciudadanos. Por eso es alentadora la advertencia que el presidente de Ecuador, Rafael Correa dirigió a sus gobernados, el pasado 28 de diciembre en la cual desenmascaró las ficciones que encierra la ideología del género, a la que calificó de “peligrosísima”. En una reunión pública, él sostuvo que “Académicamente no resiste el menor análisis”, pues destruye a la familia, y aseguró que su defensa de la familia y su oposición al aborto “no tiene nada que ver con izquierda o derecha” sino que es una cuestión moral.

En un despacho de ACIPRENSA del 3 de enero se informa que, Rafael Correa aseguró que “una cosa es el movimiento feminista por igualdad de derechos, que lo apoyamos de todo corazón. Pero de repente hay unos excesos, unos fundamentalismos en los que se proponen cosas absurdas. Ya no es igualdad de derechos, sino igualdad en todos los aspectos, que los hombres parezcan mujeres y las mujeres hombres. ¡Ya basta!”.

Lo que propone esta ideología, señaló Correa, es que “básicamente no existe hombre y mujer natural, el que el sexo biológico no determina al hombre y a la mujer, sino las ‘condiciones sociales’. Y que uno tiene ‘derecho’ a la libertad de elegir incluso si uno es hombre o mujer. ¡Vamos, por favor! ¡Eso no resiste el menor análisis! ¡Es una barbaridad que atenta contra todo! Leyes naturales, contra todo”.

Correa señaló que apoya la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, pero no “igualdad en todos los aspectos, porque somos gracias a Dios hombres y mujeres diferentes, complementarios, y no es que se trate de imponer estereotipos, pero qué bueno que una mujer guarde sus rasgos femeninos, qué bueno que un hombre guarde sus rasgos masculinos”.

“Yo prefiero la mujer que parece mujer, y creo que las mujeres prefieren los hombres que parecemos hombres”, señaló.

Rafael Correa vaticinó que por defender la familia y oponerse al aborto “voy a ser el ‘cavernícola’, que no estoy a la vanguardia del pensamiento civilizatorio. A otros con esos cuentos. Todos luchamos por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, pero otra cosa son estos movimientos feministas fundamentalistas que ya buscan que hombres y mujeres sean igualitos”.

“Y les insisto, esa ideología, para mí, es peligrosísima”, remarcó, y advirtió que “no son teoría, es pura y dura ideología, muchas veces para justificar el modo de vida de aquellos que generan esas ideologías. Que los respetamos como personas, pero no compartimos en absoluto esas barbaridades que académicamente sí lo puedo decir, son barbaridades que no soportan el menor análisis y que destruyen la base de la sociedad, que sigue siendo la familia convencional”.

Correa, quien se considera un político de izquierda, criticó a los sectores que consideran que “quien no se adscribe a estas cosas no es de izquierda, si uno no es pro aborto no es de izquierda”.

“Eso no tiene nada que ver con izquierda o derecha, son barbaridades”, denunció.

“Me van a decir conservador por creer en la familia, bueno, creo en la familia, y creo que esta ideología de género, estas novelerías, destruyen la familia convencional que sigue siendo, y creo que seguirá siendo, felizmente, la base de nuestra sociedad”, señaló.

Tal y como enfatizó el presidente de Ecuador, la reelaboración del significado del género, no resiste un análisis científico, por eso se difunde como una ideología necesariamente impuesta. El meollo del problema es que su imposición traería un cambio antropológico a ultranza, ya que es imposible borrar por un decreto las diferencias que existen entre hombre y mujer.

Varias entidades internacionales públicas y privadas contribuyen a generar tal cambio. Una de ellas es la propia ONU, siendo esto patente en algunas resoluciones que se han adoptado desde la Conferencia de la Mujer en Pekín celebrada en 1995, ratificadas y profundizadas en “Pekin+15″ celebrada en 2010, cuando se creó una agencia especial de la ONU para asuntos vinculados con el género. Entre las privadas, se encuentran varias representativas del núcleo de poder anglo-americano; por ejemplo, es notable por la influencia que ejerce tanto en los programas especiales de la ONU, como en otras actividades, la Federación Internacional de Paternidad Planificada (IPPF en sus siglas en inglés), veterana de los programas maltusianos de reducción de la población, desde que fue creada en la década de los 1940, por iniciativa de personajes de alto calibre, entre ellos Prescott Bush, el padre de George Bush (padre).

No obstante, la mayoría de los gobiernos, sin importar su coloración política, forzados, o por convicción, han incorporado, oficialmente, aquellos nuevos parámetros culturales mencionados al inicio, convirtiéndolos en la vara de medir de la democracia moderna. Es hasta necio reafirmar que: claramente existen diferencias entre el hombre y la mujer, y su igualdad se encuentra en la dignidad. En aras del buen gobierno volvamos al ¡realismo antropológico!

Silvia Palacios es miembro del Movimiento de Solidaridad Iberoamericana.

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