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Así es el Nacimiento que colocaron AMLO y su esposa en Palacio Nacional para recordar la llegada de Jesús al mundo.



Luego de que en semanas anteriores existiese una polémica debido a una propuesta de un Ministro de la Suprema Corte para prohibir los “nacimientos” alusivos a la escena del alumbramiento de Jesús de cualquier edificio público, bajo el argumento de que vulnera el estado laico y da preferencia a una fe sobre las demás, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador presentó en un mensaje navideño publicado en sus redes sociales un nacimiento que presenta a Jesús, San José y la Virgen María, así como a los reyes magos en versión indígena. 

En el mensaje por la Navidad López Obrador señaló que en esta fecha el mundo celebra al dirigente social más importante de todos los tiempos, al que con su vida y sus obras defendió a los pobres, a los humildes y a los humillados y a quien por eso mismo los potentados de entonces le dieron muerte.

AMLO también manifestó que cuando le preguntan él contesta que es cristiano, y que aunque existen muchas denominaciones cristianas, él define su cristianismo como seguidor de la obra de Jesús en defensa de los pobres y los excluidos de la tierra. 

Luego tanto el presidente como su esposa Beatriz hablaron sobre el nacimiento que se podía ver en el video, y sobre el cual explicaron que era una versión indígena del nacimiento del niño Jesús, y que las imágenes fueron elaboradas por indígenas chiapanecos. 

En el video se observa que el niño Jesús, sus padres María y José, así como los tres reye magos visten ropa indígena típica de las comunidades Tzotziles de los alto de Chiapas.

El mandatario aprovechó para resaltar que es seguidor de la doctrina del amor al prójimo enseñada por Jesús y que lo más importante era el amor por los semejantes y pasar estas fechas con la familia. 

Cabe señalar que el presidente declaró en días pasados que él se oponía a la propuesta del Magistrado de la SCJN de prohibir los nacimientos, pues, señaló el presidente, ésta era una tradición que no hacía daño a nadie.


¿Qué significa «¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?» dicho por Jesús?

 


No creo equivocarme si afirmo que la gran mayoría de los cristianos alguna vez nos hemos preguntado por qué pareciera que Jesús está haciendo una dura recriminación al Padre cuando estaba sobre la cruz en aquellos versículos de Mateo 27, 46 y Marcos 15, 34, en los que, aparentemente preso de la desesperanza, clama al cielo diciendo «¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?».

Este mismo Jesús que una y otra vez le decía a sus discípulos y a las multitudes que le escuchaban que él había venido a cumplir la voluntad del Padre, aquel mismo Jesús que instruía a Felipe explicándole que todo quien lo hubiese visto a él, había visto al Padre, porque el Padre y él uno eran, mostrando la profunda comunión que existía entre ellos, ¿ahora venía a sentirse abandonado? ¿Realmente Jesús perdió en aquel momento agonizante, lleno de dolor, la fe en su Padre?

Sabemos que Jesús, la Palabra Divina que tomó carne para irrumpir en la historia humana y reconciliarnos con el Padre, siendo verdadero hombre, pero también verdadero Dios, no podía haber sido presa del error, no podía haber estado sintiendo que algo estaba saliendo mal y que su Padre lo había abandonado, pues él mismo, desde antes de venir al mundo, sabía que el Plan Salvífico era perfecto. Así que la expresión «¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?» debe de tener una muy buena explicación bíblica.

¿Y existe esa buena explicación bíblica? ¡Claro que existe, vayamos a ella!

La razón de la expresión «Elí, Elí ¿lemá sabactaní?» o «¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?» es el cumplimiento de una profecía. Jesús estaba citando la Escritura y quería llamar la atención sobre esto, es como si estuviera diciendo en clave a quienes presenciaban su crucifixión "hey, escuchen, esto es lo que está ocurriendo, todo se está cumpliendo ahora mismo". ¿Pero qué Escritura estaba citando Jesús? Estaba citando el Salmo 22, que justamente comienza así «¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?». ¿Ahora parece más claro, no? Aquella expresión no surgió espontáneamente de Jesús preso de la desesperanza, este hecho estaba perfectamente calculado por él, era una frase que él había escogido a toda conciencia, emitida con toda intención y con un fuerte significado; hacerle entender a todos quienes le veían que era él de quien hablaban las Escrituras.

¿Y qué es aquello del Salmo 22 que se cumple en el Calvario?

Como veremos, al final este Salmo, lejos de ser desesperanzador, está lleno de fe y confianza en Dios, algo de lo que no podemos dudar que estaba lleno Jesús. Pero ahora nos ocuparemos de aquellos detalles que encajan tan fina y perfectamente con lo acontecido en la cruz y que nos explican por qué Jesús citó aquella frase justo en aquel momento.

Dice el Salmo 22, 8-9 «todos cuantos me ven de mi se mofan, tuercen los labios y menean la cabeza: "Se confió a Yahvé, ¡pues que lo libre, que lo salve si tanto lo quiere!"»

Ahora veamos la sorprendente semejanza de los versículos anteriores con lo que nos relata el Evangelio de San Mateo en el capítulo 27 de los versículos 39 al 43:

«Los que pasaban por allí le insultaban, moviendo la cabeza y diciendo: "Tú que destruyes el Santuario y en tres días lo levantas, ¡sálvate a ti mismo, si eres hijo de Dios, y baja de la cruz". Igualmente los sumos sacerdotes junto con los escribas y los ancianos se burlaban de él diciendo: "A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse. Rey de Israel es: que baje ahora de la cruz, y creeremos en él. Ha puesto su confianza en Dios; que le salve ahora, si es que de verdad le quiere; ya que dijo 'Soy hijo de Dios'"»

Hemos citado Mateo 27, 39-43 y justo tres versículos después en Mateo 27, 46 es donde está la expresión «¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?»

Ahora volvamos al Salmo 22 y veamos el versículo 19:

«reparten entre sí mi ropa, y se echan a suertes mi túnica»

No hace mucha falta explicar que esto es exactamente lo que sucedió en la cruz, como nos lo relata el siguiente versículos:

«Una vez que le crucificaron, se repartieron sus vestidos, echando a suertes» Mt. 27, 35

Incluso San Juan cita el propio Salmo 22:


«Los soldados, después que crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos, con los que hicieron cuatro lotes, un lote para cada soldado, y la túnica. La túnica era sin costura, tejida de una pieza de arriba abajo. Por eso dijeron "No la rompamos, sino echemos a suertes a ver a quién le toca". Para que se cumpliera la Escritura: Se han repartido mis vestidos, han echado a suertes mi túnica»

Luego encontraremos en el Salmo 22 signos inequívocos del paralelismo con el sufrimiento de la cruz, por ejemplo:

«Mi paladar está seco como teja y mi lengua pegada a la garganta, tú me sumes en el polvo de la muerte»

Mientras Juan nos cuenta que Jesús dijo, para que se cumpliera la Escritura: «Tengo sed», y que luego de beber vinagre de la esponja que le acercaron a su boca, dijo «Todo está cumplido"» y entregó el espíritu.

En el Salmo 22 también nos encontraremos con una referencia tan clara a la cruz que es imposible pasarla por alto, pues habla de lo que literalmente pasa allí, pues es por medio de las manos y los pies que el cuerpo es prendido a la cruz:

«Perros innumerables me rodean, una banda de malvados me acorrala para prender mis manos y mis pies» Salmo 22, 17.

Podríamos seguir escudriñando el Salmo, y nos encontraríamos con más referencias al momento del sacrificio de Jesús, como aquella parte donde se hace referencia al cuerpo que se derrama como agua y el corazón que se funde en las entrañas, justo como el agua y la sangre que derramó Jesús por su costado, pero con esto es más que suficiente para demostrar que Jesús nunca perdió la fe, nunca se desvaneció su esperanza en el Padre, nunca se sintió realmente abandonado por Él; si Jesús clamó esa mencionada expresión fue porque quería comunicar, a través de esa señal, que aquella Escritura estaba siendo cumplida en aquel momento.

Autor: Alfredo Rodríguez.

Oración al Espíritu Santo para vencer al coronavirus.

 
Hoy el mundo es azotado por el coronavirus, hay ya más de 2,000,000 de contagios en el mundo y la vacuna para prevenir la infección viral parece que va seguir tardando en llegar.
 

Y sí, sin duda el mundo necesita muchos médicos, laboratoristas, enfermeras, científicos, pero la Iglesia siempre ha enseñado la fórmula de 'Fides et Ratio', Fe y Razón, por lo que si bien necesitamos de las acciones humanas, del conocimiento humano, también necesitamos que estas acciones estén dirigidas por una fuerza que las asista, que las anime a seguir adelante, y esa es la fuerza del Espíritu Santo, que a través de su gracia, como si fuera una "vitamina" para la voluntad y la conciencia, fortalece los esfuerzos humanos y fortalece también nuestros cuerpos.
 

Por eso creemos que debemos unirnos todos en esta breve pero muy directa petición a Dios:
 

ESPÍRITU SANTO, INUNDA CON TU GRACIA LOS HOSPITALES. COLMA CON TU DIVINA SABIDURÍA LAS MENTES DE LOS MÉDICOS, Y LLENA CON TU FUERZA SANTA CADA CÉLULA DE LOS CUERPOS DE LOS ENFERMOS.

A TI QUE VIVES Y REINAS EN LA UNIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO Y DEL PADRE ETERNO Y MISERICORDIOSO, POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS. AMÉN.

Preciosa oración a la Madre Piadosa (Nuestra Señora de los Dolores)


La Madre piadosa estaba
junto a la cruz, y lloraba
mientras el Hijo pendía,
cuya alma triste y llorosa,
traspasada y dolorosa,
fiero cuchillo tenía.

Oh, cuán triste y afligida
se vió la Madre escogida
de tantos tormentos llena
cuando triste contemplaba,
y dolorosa miraba,
del Hijo la pena.

¿Y cuál hombre no llorara
si a la Madre contemplara
de Cristo, en tanto dolor?
¿Y quién no se entristeciera,
piadosa Madre, si os viera,
sujeta a tanto rigor?

Por los pecados del mundo
vió a Jesús en tan profundo
tormento la dulce María,
y muriendo al Hijo amado
que rindió desamparado
el espíritu a su Padre.

Oh Madre, fuente de amor
hazme sentir tu dolor
para que llore contigo.
Y que por mi Cristo amado
mi corazón abrasado
más viva en Él que conmigo.

Y porque a amarte me anime
en mi corazón imprime
las llagas que tuvo en sí;
y de tu Hijo, Señora,
divide conmigo ahora
las que padeció por mí.

Hazme contigo llorar,
y de veras lastimar
de sus penas mientras vivo:
porque acompañar deseo
en la cruz, donde le veo,
tu Corazón compasivo.

Virgen de vírgenes santas,
llore yo con ansias tantas,
que el llanto dulce me sea;
porque su Pasión y Muerte
tenga mi alma de suerte
que siempre sus penas vea.

Haz que su cruz me enamore,
Y que en ella viva y more,
De mi fe y amor indicio;
porque me inflame y me encienda
y contigo me defienda
en el día del juicio.

Haz que me ampare la muerte
de Cristo, cuando en tan fuerte
trance vida y alma estén;
para que cuando quede en calma
el cuerpo, vaya mi alma
a su eterna gloria.

Amén. 

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Mira también: Oración por todos los Médicos y Enfermeras del mundo ante la crisis del coronavirus

AMLO se define cristiano, hace referencia al Papa Francisco y llama a diálogo entre creyentes y no creyentes.


En un mensaje grabado este jueves santo desde su quinta en Palenque, Chiapas, y en lo que llamó "días de guardar", Andrés Manuel López Obrador señaló que estas fechas son para la reflexión.
 

En el mensaje que subió a sus cuentas de youtube, facebook y twitter, el candidato presidencial hizo referencia al poeta Carlos Pellicer, recordando sus palabras sobre su deseo de un "mundo cristiano", donde no existieran ni hambre ni miserias.
 

El candidato de la coalición "Juntos Haremos Historia" señaló que cuando le preguntan por su religión él contesta que es cristiano en el sentido más amplio de la palabra, "porque Cristo es amor y la justicia es amor".
 

Andrés Manuel también hizo alusión al Papa Francisco, y habló que así como existe el diálodo ecuménico (entre Iglesias cristianas) y diálogo interreligioso (entre cristiano y miembros de otras religiones no cristianas), también hay un diálogo entre creyentes y no creyentes, afirmando que "el amor al prójimo es un principio que todos podemos profesar y llevar a la práctica".

Los sabios chinos vieron la estrella de Belén que anunciaba el nacimiento de Cristo.


LOS SABIOS CHINOS VIERON LA ESTRELLA DE BELÉN

«En el año vigésimo cuarto del reinado Tchao-Wang, de la dinastía Tcheon, en el octavo día de la cuarta luna, apareció una luz en el Sudoeste que iluminó el palacio del rey», dicen los anales de los Imperios Celestiales.

«El monarca impresionado por su esplendor, interrogó a los sabios, que eran hábiles para predecir el futuro. Ellos le mostraron libros en los cuales estaba escrito que ese prodigio significaba la aparición de una gran Santo en Occidente, cuya religión sería introducida en China.

El rey consultó los libros antiguos y encontrando que los pasajes correspondían al reinado de Tchao-Wang, se llenó de gozo. Y envió a Tsa-Yu y a Tshin-King y al sabio Wang-Tsun y a otros quince hombres, para que fueran al Occidente a informarse.»

Los sabios emprendieron viaje, pero en el camino se encontraron con maestros de la India. Creyeron que eran discípulos de la religión anunciada por la estrella. Aceptaron sus enseñanzas, y así se introdujo el budismo en China, en lugar del Cristianismo. 


Prefacio de Monseñor Fulton J. Sheen a la obra "De Confucio a Cristo" por Paul K. T. Sih.

Con información de: https://www.facebook.com/A.C.TraditioInvicta/

La fábula del burro vanidoso: sin Dios no somos nada.


EL BURRO VANIDOSO.

Un burro llegó a su casa muy contento, feliz y orgulloso... 


Su madre le preguntó:

-¿por qué tan contento, hijo?

-Madre, cargué a un tal Jesucristo y cuando entramos a Jerusalén todos me decían VIVA, VIVA, SALVE, HOSANNA, HOSANNA, VIVA, VIVA... y me lanzaban flores y ponían palmas de alfombra por donde yo pasaba.
 

Su madre le dijo:

- Hijo, vuelve a la ciudad, pero esta vez no cargues a nadie.
 

Al otro día, el burro fue a la ciudad, y cuando regresó a su casa, iba llorando y muy triste.
  -Madre, no puede ser, pasé desapercibido entre las personas, nadie se fijó en mí, me echaron de la ciudad.

Su madre lo miró fijamente y le dijo: -"Hijo, tú sin Jesús eres solo un burro".
 

MORALEJA: Sin Jesús no somos nada.

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