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El papa Francisco, crítico del neoliberalismo, marca la carta social al gobierno de Peña Nieto.

El pasado 7 de junio el presidente de México, Enrique Peña Nieto tuvo un encuentro privado con el papa Francisco en el Vaticano, quien en palabras sucintas y directas intervino a favor de que en el país el gobernante retome el camino de la equidad que se rompió desde que el neoliberalismo rampante se apoderó de las decisiones de gobiernos sucesivos. El resultado deplorable es que la mitad de la población sobrevive por debajo de la miseria. De acuerdo a la agencia Zenit, ambos abordaron temas de actualidad, políticos y económicos, entre estos últimos la serie de reformas que el gobierno de Peña Nieto viene realizando, que dicho sea de paso han sido acremente criticadas por la jerarquía de la iglesia católica de México.
Al final de la audiencia, su Santidad le obsequió al presidente mexicano una copia de su Exhortación Apostólica Evangelium Gaudium, que es en mucho el programa de su Pontificado, advirtiéndole: “Me permito regalarle un ejemplar de la Exhortación Apostólica” y le señaló las páginas centrales que debería leer, “Aquí están las partes más sociales. Yo se la doy y así sirve”, le dijo el Pontífice. En dicha Exhortación Apostólica, el Papa aboga enfáticamente por el establecimiento urgente de un sistema que supere las desigualdades sociales.
Al presidente mexicano le sería muy provechoso seguir el consejo de Francisco, pues, independientemente de que no se le conoce por ser un gran lector, le serviría para afrontar el derrumbe económico del país, pues hasta los otrora entusiastas del “Mexican Moment”, como la revista inglesa The Economist empiezan a criticar la desastrosa gestión del actual gobierno.
La recomendación del Papa, ocurrió luego de dos hechos significativos. Primero, poco antes del encuentro, los obispos mexicanos acudieron al Vaticano por grupos, para la tradicional visita ad limina apostolorum, que se extendió del 12 de mayo hasta final del mes.
El otro, fue la asamblea anual de la Conferencia Episcopal Mexicana, reunida del 28 de abril al 2 de mayo, que a su termino emitió un severo mensaje titulado, “Por México, ¡Actuemos!”, que da cuenta del estado de miseria en que se encuentra la nación e interpela al gobierno a responder una serie de interrogantes sobre los supuestos beneficios que traerán a la población las reformas estructurales que el gobierno de Enrique Peña Nieto ha propuesto, varias ya aprobadas por el Congreso Nacional. Cabe destacar que todas ellas están dirigidas a profundizar el ya atroz neoliberalismo, acremente reprobado por el Pontífice Francisco en la Exhortación Apostólica que le entrego de páginas abiertas al presidente de México.
Semejantes cuestionamientos fueron presentados directamente a Enrique Peña Nieto, quien asistió como invitado a esa reunión, ante la interpelación guardó silencio y prometió darles respuesta posteriormente.
En una bien orientada reflexión, plantean:
“Las reformas son necesarias para adecuarnos al presente en la búsqueda de un futuro mejor. ¡Pero no nos engañemos! Si no se reforma la mente y el corazón, si no se reforma la conciencia que genere una auténtica escala de valores y nuestra capacidad de encuentro y fraternidad solidaria, no habrá reforma que nos ayude a superar las intolerables desigualdades e injusticias sociales….
Poniendo el dedo en la llaga, continúa:
“No podemos acostumbrarnos a tener en la pobreza a más de cincuenta millones de mexicanos, muchos de ellos en una miseria que les condena a morir sin atención médica. Esta indiferencia cómplice en contra de la vida humana, es la que hace que se festeje que miles de niños en gestación sean sacados del vientre de la madre para ser arrojados a un bote de basura. ¡Nos falta una verdadera reforma interior para que el país sea mejor!”
Así advierten: “esta visión de la parte dolorosa de nuestra realidad podría llevarnos al fatalismo que nos vende la idea de que ante el Mal no hay solución; que es mejor legalizarlo en la droga o transar con el crimen…”
Las reformas gubernamentales cuestionadas por los obispos son: Educativa, Fiscal, Política, Energética y de Telecomunicaciones. La pregunta básica que se hacen los obispos en el mensaje es: ¿A quienes benefician las reformas?
En cuanto a la segunda reforma, la fiscal, plantean: “¿Qué garantizará que la Reforma Fiscal fomente una contribución verdaderamente justa, equitativa, corresponsable, clara…que favorezca el empleo digno y bien remunerado y las inversiones productivas…? ¡Sin honestidad, veracidad y transparencia, los recursos seguirán siendo botín de pocos!”.
En torno a la Reforma Energética, plantean: “¿Qué garantizará que la Reforma Energética haga que los recursos del país se inviertan para superar los graves atrasos de gran parte de la Sociedad mexicana, y que las inversiones públicas o privadas, nacionales o extranjeras sean promotoras de progreso social, humano y comunitario, y cuidadosas del medio ambiente, por encima de intereses particulares? ¡Si la persona humana no está por encima del dinero, el dinero le pondrá precio a cada persona!"

Angel Palacios Zea.

Alfredo Jalife | BlackRock: el mayor inversionista del mundo detrás de la privatización de Pemex

The Economist (7/12/13) se burla de los teóricos de la conspiración a quienes se les escapa BlackRock entre su lista nociva: Pregunten a los teóricos de la conspiración quiénes son los que realmente gobiernan el mundo, y probablemente señalarán a los bancos globales, como Citigroup, Bank of America y JP Morgan, también citarán a gigantes petroleras como ExxonMobil y Shell. O quizá “se enfocarán a las firmas de bienes de consumo que tienen a miles de millones en esclavitud, como Apple, McDonald’s o Nestlé”, pero una firma que probablemente no aparecerá en su lista es BlackRock, un banco de manejo de inversiones cuyo nombre hará sonar pocas campanas fuera de los círculos financieros, pese a que es el mayor accionista de todas (¡súper sic!) las empresas mencionadas.

BlackRock –una transmutación de Blackstone y Evercore Partnership–, la poco conocida entidad financiera de EU descubierta desde hace casi 10 años por Bajo la Lupa (26/9/04 y 26/3/08), maneja azorantemente 15.1 millones de millones de dólares (trillones en anglosajón) de activos bursátiles que la colocan como la máxima inversionista del planeta, según The Economist.

Tal descomunal cifra es muy cercana al PIB (medido nominalmente) de la Unión Europea (el primero del mundo) y al de EU (el segundo) y casi al doble de China.

BlackRock controla la mayoría de las acciones del Grupo Pearson, que a su vez domina a The Economist y a The Financial Times, este último adónde acudieron Peña y Videgaray a obsequiar los hidrocarburos de México.

Los más de 15 millones de millones de dólares se conforman por 4.1 millones de millones en activos bajo manejo (AUM: Assets Under Management) y por otros 11 millones de millones que vigila a través de su plataforma de transacciones Aladino (sic).

Tal cantidad equivale al 7 por ciento de todas (¡súper sic!) las acciones, bonos y préstamos del mundo, alardea su revista controlada que explaya como 17 mil mercaderes en bancos, empresas de seguros, fondos soberanos de riqueza y otros que dependen en parte de los modelos analíticos de BlackRock para guiar (sic) sus inversiones. Por cierto, BlackRock obtuvo el año pasado una ganancia mirifica de 40 por ciento.

Tales 15 millones de millones de dólares convierten a BlackRock en el banco de inversiones mayor a cualquier banco, empresa de seguros, fondo de gobierno o rival de manejo de activos y “sólo maneja casi todo el dinero de los hedge funds (fondos de cobertura de riesgo) y de entidades privadas ( private equity) del mundo”. ¡Vaya megapoder!

Entre las tenencias de BlackRock en las principales 20 empresas del mundo predominan sus activos como máximo inversionista en megabancos y petroleras de EU y Gran Bretaña, lo cual le confiere una enorme influencia, poco conocida por la ciudadanía: ExxonMobil (5.4 por ciento, primer lugar como accionista), Chevron (6.2 por ciento, primer accionista), JP Morgan Chase (6.4 por ciento, primer accionista), WellsFargo/Wachovia (5.4 por ciento, segundo lugar), Shell (4.9 por ciento, primer accionista) –sin contar Apple (5.1 por ciento, primer accionista), Google (5.8 por ciento, segundo accionista) y Microsoft (5.5 por ciento, primer accionista). ¡Súper uf!

Resalta que tres de las cuatro trasnacionales anglosajonas –ExxonMobil, Chevron y Shell, que Bloomberg (9/12/13) da por descontado serán beneficiadas por la entreguista/masoquista Reforma Peña/Videgaray/Aspe– sean controladas por BlackRock, lo cual no dista de mi investigación (Bajo la Lupa, 13/11/13): ExxonMobil, Chevron y Shell.

No se puede soslayar la interconectividad fiduciaria de BlackRock en las grandes petroleras con los otros megabancos de inversiones de EU: The Vanguard Group, BNY Mellon, State Street, Wellington Management y Capital Group Companies, superpotencias financieras que operan lejos de los distractores reflectores.

Más allá de la conocida bidireccionalidad entre las cuatro grandes petroleras y los megabancos anglosajones, también sobresale la asombrosa circularidad intermegabancaria entre BlackRock, Bank of America, WellsFargo/Wachovia, JP Morgan Chase (de la que son y/o fueron miembros corporativos Tony Blair, Zedillo, Bernard Madoff, Lehman Brothers, Bear Stearns, etcétera.

Mucho más inquietante es la red de interconexión multiempresarial de BlackRock, donde despunta su conectividad con los siguientes bancos: Barclays, Bear Stearns, Morgan Stanley, Merrill Lynch, First Boston; no se diga con el muy influyente Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, por sus siglas en inglés), que prácticamente es financiado por todos los megabancos de EU (para aquellos que aún creen en el Santa Claus de los think tanks desinteresados).

Por demás interesantes son los vínculos del presidente de BlackRock, el israelí-estadunidense Laurence Fink –quien recientemente vino a México a bendecir la privatización de Pemex– y su polémico hijo Joshua, con Larry Summers, ex secretario del Tesoro, y Rahm Emanuel, alcalde de Chicago y anterior jefe del gabinete de Obama.

Como era de esperarse, The Economist, controlada conjuntamente con The Financial Times por el Grupo Pearson, cuyo principal accionista es BlackRock, omitió deliberadamente los perturbadores nexos y la macabra historia del mayor banco de inversiones del mundo, cuyo rastreo de huellas radiactivas llegan a dos entidades financieras fantasmagóricas: Blackstone, que cobró el extraño doble (¡súper sic!) seguro de las torres gemelas del 11/9 (Bajo la Lupa, 26/09/04), y a Evercore Partnership, que preside el megafinanciero cupular Roger Altman y que compró la polémica Protego de Pedro Aspe y su alumno Luis Videgaray: ambos vinculados al ITAM cuyo consejo preside Alberto Bailleres.

No se puede pasar por alto la interconexión estratégica del muy silenciosamente influyente Albright Stonebridge Group tras las bambalinas cupulares del Olimpo de EU que vinculan a Lee Hamilton con Roger Altman, Charles Prince (ex director de Citigroup), Zedillo y Samuel Berger (asesor de Seguridad Nacional de Clinton).

Destaca también la interconexión del Wilson Center que preside Lee Hamilton con Chevron y Condy Rice, ex asesora de Seguridad Nacional de Baby Bush.

Sobresale que BlackRock tenga en su poder casi 9 por ciento del capital de Televisa, así como el gran capital que acumuló Zedillo.

Ahora ya sabemos puntualmente quiénes son los beneficiados en EU y aquí con la privatización de Pemex.

Alfredo Jalife-Rahme.

alfredojalife.com

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Alfredo Jalife: ¿Fondo de Inversiones BlackRock y JPMorgan Chase detrás de la privatización de Pemex?

La seguridad energética de Norteamérica –de EU (su controlador supremo), Canadá (con canadienses) y México (sin mexicanos pero con muro de la ignominia, drones y patrulla fronteriza)–, conectada subrepticiamente a la Seguridad del Hogar de EU (ver Bajo la Lupa, 10/11/13), forma parte de la máxima geoestrategia desplegada de los think tanks de EU que usan a sus caballos de Troya locales y a sus intereses particulares para beneficiar a las cuatro grandes petroleras anglosajonas (ver Bajo la Lupa, 21 y 25/08/13; 16 y 30/10/13, y 10/11/13) donde resaltan las entelequias Comexi-IMCO (presidido por el dueño del equipo de futbol Toluca) -CIDAC (financiado por la Fundación Ford) -ITAM (triada Bailleres-Aspe-Videgaray) -Rozental&Asociados (vinculado a ExxonMobil) -Marcos y Asociados (cliente de Chevron y Repsol).

Dos antiguos embajadores de México en EU –Jesús Reyes Heroles González Garza y Andrés Sarukhan Casamitjana– se encuentren en la planilla remunerativa del polémico banco Morgan Stanley y del Wilson Center, adonde quizá hayan llevado los secretos de seguridad nacional y de Pemex.

El conspicuo promotor de la privatización de Pemex, el Wilson Center, fue establecido por enmienda del Congreso en 1968 y su presidente es el superinfluyente Lee H. Hamilton, miembro de la Comisión Trilateral y del Consejo Consultivo de la Seguridad del Hogar, así como vicepresidente de la Comisión del 9/11 (¡supersic!) –que sirvió más para ocultar que exhumar– y presidente del Comité Selectivo del pestilente Irán-Contras que rehusó investigar (¡supersic!) la criminalidad de Ronald Reagan y Daddy Bush por motivos de seguridad nacional.

Una bisagra fundamental de todo el organigrama detrás de la privatización de Pemex lo constituye el poco conocido pero muy eficiente Albright Stonebridge Group cuyos miembros son: Lee H. Hamilton (Wilson Center), el israelí-estadunidense Samuel Berger (asesor de seguridad nacional con Clinton), el megafinanciero Roger Altman (presidente de Evercore Partners que compró Protego a Pedro Aspe), Charles Prince (ex director de Citigroup-Banamex) y Zedillo, quien conjuga los intereses de Citigroup-Banamex-Televisa con Roberto Hernández Ramírez (del etéreo Grupo Tuxpan al que pertenece Jesús Reyes Heroles González Garza).

El CSIS, otro promotor de la privatización de Pemex, es uno de los máximos think tanks de EU y tiene en sus filas a tres prominentes consejeros de seguridad nacional: Henry Kissinger (con Nixon y Gerald Ford), Zbigniew Brzezinski (con Carter) y Brent Scowcroft (con Gerald Ford y DaddyBush), además de William Cohen, anterior secretario del Pentágono; hoy su presidente es John Hamre, vicesecretario del Pentágono con Clinton.

En forma impactante se entrecruzan los encubiertos intereses financieros del Irán-Contras y del 11/9 con los operadores foráneos y locales de la privatización de Pemex, entre quienes resalta el prominente banquero Roger Altman, miembro del comité de dirección del misterioso Grupo Bilderberg, asesor financiero de John Kerry y Hillary Clinton, y quien adquirió la polémica consultoría Protego de Pedro Aspe (donde laboró Luis Videgaray).

Impresiona la ubicación estratégica del banquero y ex secretario adjunto del Tesoro, Roger Altman, en momentos clave de varias crisis financieras de EU: socio (sic) del paradigmático banco quebrado Lehman Brothers (donde renunció por escándalos contables) y supervisor de la quiebra de Chrysler y GM.

Por encima de todo, Roger Altman es miembro del fantasmagórico BlackStone Group que se transmutó a BlackRock Group y cuyos directivos fueron Peter G. Peterson (del Grupo Rockefeller y ex director de Lehman Brothers y el Council of Foreing Relations) y el israelí-estadunidense Stephen A. Schwarzman, implicados en el cobro doble (no es broma) de los seguros del 11/9 (ver Bajo la Lupa, 26/09/04, 03/10/04 y 22/12/04).

La conexión financiera de Roger Altman (y sus poderosas agrupaciones elitistas), con la triada jerárquica del ITAM (Bailleres-Aspe-Videgaray) es por demás impresionante.

Al escalar las cimas del Himalaya financiero de EU, gracias al rastreo de los peldaños del ITAM/Protego con Evercore Partners de Altman con la bisagra Albright Stonebridge Group (con el circuito de Citigroup-Banamex-Televisa), se alcanzan las cumbres borrascosas de las operaciones de BlackStone/BlackRock: el megabanco más grande del mundo de fondos y pensiones por casi 4 millones de millones de dólares (trillones en anglosajón) y cuyo manejo de riesgos y servicios de inversiones alcanza la mirífica suma de 9 millones de millones de dólares en activos (¡7.7 veces el PIB del “México neoliberal itamita”!)

Ralph Schlosstein, segundo a bordo de Evercore Partners/Protego con Roger Altman y ex cofundador de BlackRock y su presidente por 20 años, le alaba en forma ditirámbica: hoy BlackRock es una de las más influyentes, si no la principal, de las instituciones financieras del mundo (¡extra-súper-sic!)

¿Por qué existen metafóricas piedra(stone) y roca (rock) en las estructuras financieras grupales al más alto nivel de EU, todas ennegrecidas (black): BlackStone/BlackRock/BridgeStone?

El israelí-estadunidense Larry Fink es el fundador de BlackRock y fue el célebre creador de la chatarra fraudulenta de la hipoteca inmobiliaria en EU que estalló con la quiebra de Lehman Brothers.

En forma perturbadora, Larry Fink vino recientemente a México a cabildear la privatización de Pemex (ver Bajo la Lupa, 18/09/13).

¿Entre Evercore Partners (léase: Altman-Bailleres-Aspe-Videgaray-ITAM),vinculados al Wilson Center (encubridor del Irán-Contras y del 11/9), y BlackRock (léase: el operador del 11/9 y de la burbuja inmobiliaria de EU), crearán una de las máximas burbujas financieras para apalancar los hidrocarburos bursatilizados por las trasnacionales petroleras anglosajonas en las aguas profundas de la parte mexicana del Golfo de México que desean rebautizar a Golfo de EU?

Resalta el control financiero que ejerce BlackRock sobre las principales petroleras anglosajonas.

ExxonMobil: BlackRock comparte los activos con el Grupo Rockefeller, Bank of America, JPMorgan Chase y su principal accionista Bill & Melinda Gates Foundation, por cierto, accionista de Televisa.

Chevron: de nuevo BlackRock y JP Morgan Chase. 

Shell: BlackRock participa como poderoso accionista.

ConocoPhillips (la tercera petrolera más importante de EU): de nueva cuenta BlackRock y JP Morgan Chase.


Curioso: los megabancos de EU controladores de las petroleras anglosajonas detentan la ominosa burbuja de los derivados financieros.

La macabra genealogía del megabanco JPMorgan Chase es ampliamente conocida; la de BlackRock está por escribirse con su próxima burbuja financierista en las aguas profundas, pero muy profundas, del Golfo de México.

Alfredo Jalife-Rahme.

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Alfredo Jalife: Los siete pecados capitales de la reforma energética Peña/Videgaray/Aspe.

Luis Videgaray y Enrique Peña Nieto.

La neoliberal reforma energética de la triada Peña/Videgaray/Aspe comporta graves defectos estructurales que atentan contra la seguridad nacional y socavan la independencia de México, al que pretenden transformar, pero en el peor sentido, al punto de convertirlo en un país irrelevante como vulgar franquicia del irreductible binomio de la controvertida banca anglosajona y sus petroleras depredadoras.

La reforma de marras y amarres financieristas neoliberales es doblemente entreguista y masoquista cuando los mismos Peña y Videgaray fueron a claudicar a las oficinas del rotativo británico The Financial Times: socio del Grupo Pearson que administra conjuntamente a la polémica revista inglesa The Economist, propiedad de los banqueros Rothschild, controladores de la devastadora trasnacional petrolera BP.

El entreguismo neoliberal alcanzó niveles sicalípticos que rebasan lo grotesco cuando dos de los consejeros profesionales (sic) de Pemex –Fluvio Ruiz, impulsado por el sector antinacional del PRD, y Héctor Moreira Rodríguez, del PAN– regalan lo que no les pertenece e intrigan (literal) para dañar los intereses del México eterno: el primero, en flagrante colusión con el neocolonial Wilson Center, y el segundo fue a humillarse a las oficinas de Bloomberg, una vulgar agencia de noticias financieras de Nueva York.

La reforma, que no tiene nada de modernizadora porque regresa a México a la fase porfirista de finales del siglo 19, constituye más bien una contrarreforma: rema a contracorriente histórica cuando los soberanos países productores de hidrocarburos recuperan sus activos nacionales mediante la restatización y/o la renacionalización.

La contrarreforma de la triada neoliberal Peña/Videgaray/Aspe pretende resolver la gravísima crisis del gas (ver Bajo la Lupa, 6/10/13) que aqueja a México mediante su incrustación a la financierista burbuja estadunidense del shale gas (gas esquisto/lutitas).

Dejo para otra ocasión el análisis de la grave crisis del gas, que se cuece sola y que fue acentuada por la neoliberal kakistocracia (el gobierno de los peores) del PRI y el PAN, en colusión con el sector antinacional del PRD.

Hoy los principales turiferarios de la neoliberal contrarreforma energética son los ex directores de Pemex y los ex secretarios de Energía, quienes abogan sin rubor su obscena desmexicanización y propician los siete pecados capitales que padece la entreguista/masoquista contrarreforma:

1. Ausencia de transferencia de tecnología: en ninguna parte aparece el aprendizaje tecnológico del que México se da deliberadamente de baja, a diferencia de China, allá la tecnología se comparte y han creado la Universidad del Petróleo, de donde provienen los principales recursos humanos del Partido Comunista y su gobierno. La claudicante contrarreforma no construye, sino que aniquila los pocos cuadros que quedan.

2. Desprecio al medio ambiente: se gratifica, en particular, a las depredadoras del Golfo de México: BP, Halliburton y Schlumberger, ya no se diga del mundo (v. gr. Chevron y ExxonMobil). No existen resguardos de seguridad contra su consabida devastación ambiental.

3.- Atentado a la seguridad nacional de México: para Estados Unidos los energéticos son la quintaesencia de su seguridad nacional, según su centro estratégico CSIS, mientras el México neoliberal itamita se hace riesgosamente dependiente de EU.

El neoliberalismo financierista local adopta a cambio de nada –en especial, en materia migratoria– la seguridad energética de Norteamérica (¡supersic!) mediante la cual EU controla(ría) los yacimientos y la producción de hidrocarburos de Canadá y México (pero sin mexicanos) para enfrentar su cruda energética.

4. Nulidad geopolítica desde los energéticos del Golfo de México (que desean rebautizar como Golfo de EU) hasta el mar Mediterráneo (sic) de EU (sic): no toma en cuenta el incipiente nuevo orden multipolar y se aferra al caduco orden unipolar financierista. Las relaciones con EU deben ser óptimas e integrales (no parcelares a la conveniencia trituradora de Washington), pero no al grado de desaparecer a la nación mexicana.

5. Deserción de una banca nacional ex profeso que tome en consideración el inextricable binomio finanzas/hidrocarburos. Dada la coyuntura global y las condiciones regionales/locales, no me disgusta el modelo Petrochina que conjuga a su poderosa banca estatal –inexistente en México, al que urge crear su propia banca desmantelada y donde muy bien pudieran participar las empresas privadas mexicanas en colaboración mixta con lo que queda del Estado nacional.

6. Castración financiera neoliberal: la contrarreforma se rinde y se obnubila con las migajas de 10 mil millones de dólares al año de inversión por las trasnacionales anglosajonas y no explora siquiera la capacidad de financiamiento doméstico (reservas del Banco de México por más de 170 mil millones de dólares y potencial de inversión de nuestros fondos de pensiones –ahorros cautivos de los trabajadores mexicanos– que cuentan con más de 125 mil millones de dólares) y/o lanzamiento de ofertas iniciales públicas al estilo Petrobras y hasta la creación de joint ventures con los megabancos (no sólo con los insolventes 13 bancos de Wall Street, sino también con la banca china y/o los globales fondos soberanos de riqueza) para abrir un abanico de opciones favorables de inversión.

7. Carencia de refinerías: México importa insólitamente gasolina de EU por 50 mil millones de dólares al año, lo cual, por pereza mental, o por otro tipo de tratativas bajo la mesa, daña las finanzas de Pemex en forma anómala.

Cito textualmente un artículo de Sylvia Pfeifer de The Financial Times (14/10/13), el rotativo de cabecera de Peña y Videgaray, sobre la relevancia estratégica –término abolido de la financierista teología entreguista-masoquista local– de la refinación: las refinerías son extensamente invisibles para el público en general, pero son activos estratégicos (¡supersic!) nacionales. Toman el petróleo crudo y lo convierten en gasolina, diésel y combustible de aviación que empodera (sic) el sistema mundial de transporte. Constituyen la materia prima del plástico mundial. ¡Nada más! Por lo visto, esto lo ignora la triada Peña/Videgaray/Aspe secuestrada teológicamente en su financierista Lecho de Procusto.

Cabe recordar el desolador aldeanismo con ínfulas globalizantes del fallido Plan Puebla-Panamá de la dupla Fox-Castañeda Gutman que planteaba construir cinco refinerías en Centroamérica y ninguna en México.

Conclusión: en toda estrategia existe la defensa y el ataque y la contrarreforma Peña/Videgaray/Aspe coloca innecesariamente a México a la defensiva.

Peor que sus obscenos siete pecados capitales, la contrarreforma, debido a su deformación teológica financierista carente de visión holística –un genuino síndrome Estocolmo–, es que no colige los alcances estratégicos de los hidrocarburos y claudica absurdamente antes de empezar a jugar –la humillación al Financial Times al estilo Canossa de Enrique (sic) IV– frente al binomio trasnacional de la banca anglosajona y sus petroleras cuando la verdadera carta triunfal está en manos de México. ¡Increíble!

Alfredo Jalife-Rahme

alfredojalife.com

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AMLO será invitado por el Congreso a foro de debates sobre reforma energética.

Andrés Manuel López Obrador, ex-candidato presidencial en 2006 y 2012 y actualmente presidente del Consejo Nacional de MORENA (partido político en proceso de formación), será invitado por el Congreso a participar en el foro de debate sobre la reforma energética, a la cual el dirigente de Morena se ha puesto abiertamente al considerar que ésta traería efectos negativos para el país y su población.

El foro de debate, que se llevará a cabo en la sede del Senado, comenzará el próximo lunes 23 de septiembre y concluirá el 3 de octubre. El presidente de la comisión de energía en el Senado, el priísta David Penchyna, informó que con la realización de este foro se busca recabar las opiniones y los análisis, tanto políticos como técnicos, de diversos protagonistas de la vida pública del país y de expertos en materia energética, para que los legisladores puedan contar con mayores elementos para elaborar el dictamen de la reforma, el cual se espera que esté listo para finales del próximo mes de octubre. 

En los foros participarán tanto diputados como senadores, que escucharán los puntos de vista de políticos, expertos en temas energéticos, académicos, intelectuales, entre otros. 

El primer día del foro, el lunes 23, tendrá participación el fundador del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas. También serán invitados los dos últimos jefes de gobierno del Distrito Federal, el ya mencionado Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard Casaubón. 

Mayoría en el Congreso contra la mayoría de la población que se opone a privatizar el patrimonio nacional.

Por: Marivilia Carrasco.
En agosto, el presidente de México, Enrique Peña Nieto envió una iniciativa de Ley al Senado de la República donde se proponen cambios constitucionales que, de aprobarse, acabaría con la soberanía energética del país. La iniciativa de Ley del Ejecutivo, originalmente anunciada ante foros internacionales en vez de nacionales, está muy lejos de reflejar el verdadero interés de la Nación y de la población, pero, en cambio sí refleja el propósito largamente codiciado por el poder energético-financiero angloamericano; a saber, entrar en el terreno de la exploración, explotación y comercialización del petróleo mexicano, actividades reservadas al Estado por mandato constitucional.
La iniciativa presidencial propone reformar los artículos 27 y 28 constitucionales donde se establece que “corresponde a la nación el dominio directo de todos los recursos naturales de la plataforma continental y los zócalos submarinos de las islas…el petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos y gaseosos” (art 27) y que “No constituirán monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en las áreas estratégicas” tales como la acuñación de moneda, emisión de billetes por medio de un solo banco, petróleo y los demás hidrocarburos, petroquímica básica; minerales radiactivos y generación de energía nuclear, electricidad entre otros. (art.28)
Con la promesa perenne del discurso neoliberal de que las reformas ayudarán a modernizar a las paraestatales PEMEX y Comisión Federal de Electricidad (CFE), dichas reformas se orientan a formar asociaciones de utilidad compartida con los tiburones petroleros transnacionales en áreas actualmente restringidas al control y dirección del Estado.
Información difundida por el analista Alfredo Jalife-Rahme, destaca que PEMEX sea “una de las empresas petroleras más rentables” del mundo cuando se recurre a la medición EBITDA (por sus siglas en ingles: “ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización”), que ostenta “una buena estructura de costos y eficiencias operativa”. Cuando se mide la “proporción ventas/EBITDA”, Pemex supera a las cuatro anglosajonas (ExxonMobil/Chevron/Shell /BP), a la noruega Statoil y a Petrobras. En tanto el gobierno presenta este tipo de información a sus potenciales socios futuros, su publicidad al interior de México pone el énfasis en que PEMEX “está quebrada” o que “la situación es muy grave, porque pronto seremos importadores de gas” y otras falacias aún más sofisticadas.
Ofende a nuestra cultura de nacionalismo, el haber presentado estas reformas como herederas del espíritu que animó al Gral. Lázaro Cárdenas, bajo cuyo mandato presidencial se efectuó la nacionalización del petróleo mexicano en 1938. La propaganda de que se volverá a la redacción de los artículos constitucionales de su época, no deja de revelar la existencia de una tremenda oposición nacional a todo lo que implique la desnacionalización del petróleo. El hijo del general Cárdenas, Cuauhtémoc Cárdenas inmediatamente ha salido a descalificar el uso perverso del nombre de su padre, que tiende a manipular a la población.
“Resulta falaz y ofensiva la utilización que el gobierno está haciendo de la figura de Lázaro Cárdenas para justificar e impulsar ante el pueblo de México su antipatriótica y entreguista propuesta de reforma energética. La lucha principal de Lázaro Cárdenas fue por el rescate y pleno ejercicio de la soberanía de la nación y su desarrollo independiente. Ese fue el objetivo de fondo de la expropiación petrolera del 18 de marzo de 1938 y de su firme oposición posterior al otorgamiento de contratos de riesgo. La iniciativa oficial va justamente en sentido contrario”, afirmó en un artículo publicado el 16 de agosto en el periódico La Jornada. Entrevistado por la periodista Carmen Aristegui, en Noticias MVS, reiteró que el gobierno, al referirse a las palabras de su padre, el General Lázaro Cárdenas del Río, hizo lo contrario a sus principios, a sus ideas. “Va en contra de la ideología, de la política, todo lo que Lázaro Cárdenas hizo en vida”, afirmó.
Desde que el gobierno de Peña Nieto lanzó su campaña de falacias para conquistar el objetivo de la desnacionalización del petróleo, se comenzó a formar un amplio movimiento nacional suprapartidario contra tal tentativa.
El Movimiento de Solidaridad Iberoamericana (MSIa) y el Foro de Guadalajara, a la vez que patrocinaron eventos significativos, acaban de publicar un folleto de amplia circulación que advierte que, el petróleo no es una mercancía más, sino “poder político” internacional. De manera que su defensa deberá atender los nuevos parámetros inscritos en la geopolítica del poder anglo-americano cuyo centro es escalar la guerra de recursos contra las naciones que los posean.
También con antelación al reciente anuncio, el Senador Manuel Bartlett desde su militante posición nacionalista en el Senado de la República, ha venido demostrando que “la propuesta de política energética del gobierno ha sido definida según las finalidades e intereses del gobierno estadounidense y de sus corporaciones petroleras.” En un libro publicado en mayo del presente y coordinado por el senador en mención, se documenta no sólo el potencial de desarrollo de PEMEX, si se le libera de la carga abusiva fiscal a la que ha estado sujeta, sino al papel absolutamente estratégico de los recursos petroleros para hacer de México una potencia económica tecnológica industrial por nuestros propios medios.
Bartlett señala que en el libro “se exponen las implicaciones para México ante la eventual aprobación e imposición de los intereses extranjeros sobre los nacionales, para el crecimiento económico, la seguridad energética, la seguridad nacional, el abasto y precio de los energéticos y productos industriales petroquímicos.
“Si estos intereses se imponen a la sociedad mexicana, el Estado-nacional soberano e independiente por el que se ha luchado por más de dos siglos perecerá y la soberanía del pueblo mexicano quedará sometida a poderes externos…Por ello…aplicar la reforma propuesta por el gobierno federal conduce al suicidio histórico de nuestro país. Suicidio que no lo busca ni lo propone el pueblo de México, sino la actual coalición de poder económico y político sustentado en un pacto corporativo transnacional.”
Personalidades nacionalistas como el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador y el senador Manuel Bartlett –quienes han estado alertando de los sofismas, argucias y tergiversaciones esgrimidas para encubrir el despojo del petróleo y la electricidad a la nación–, entre muchos otros están convocando a magnas movilizaciones populares para detener la reformas, la primera de las cuales será el próximo 8 de septiembre. Y están exigiendo que se lleve a cabo un plebiscito para hacer que la población participe en la decisión de si debe o no hacer una reforma constitucional.

Peña Nieto entregará propuesta de Reforma Energética hasta la próxima semana.

Luego de que se había anunciado que sería esta misma semana, ayer el Presidente Enrique Peña Nietopostergó para la próxima semana la entrega oficial de la que sin duda será una de las reformas más discutidas y polémicas de todo el su sexenio, la energética, con la que se pretende permitir la inversión privada en Pemex, y para lo cual sería necesario modificar varios artículos constitucionales que actualmente le otorgan a la nación el monopolio sobre el dominio y la explotación de los hidrocarburos.

Según un senador del PRI, este retraso en la presentación de la propuesta de reforma se debe a que "El presidente está ultimando detalles, revisando artículo por artículo, quiere presentarla con más certidumbre".

La reforma energética forma parte de los acuerdos del llamado "Pacto por México" firmado por el Partido Revolucionario Institucional, el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática. 

En días pasados el blanquiazul presentó su propia propuesta de reforma energética, que seguramente es muy parecida a la que se espera que presente el Presidente. Por su parte el PRD, aunque se ha pronunciado contra una posible privatización de Pemex, se dice abierto a debatir la propuesta del Presidente, y por los acuerdos derivados del Pacto existente entre los tres partidos, es muy probable que vayan a acordar en el eje central de la reforma, que consiste en permitir la inversión privada en la industria petrolera. 

La única corriente política que se ha pronunciado totalmente en contra de la inversión privada en Pemex, alegando que eso sería entregar la renta petrolera que financia el 40% del presupuesto nacional y que ahora iría a parar a bolsillos privados ha sido el MORENA, Movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador y que advierte que una de las consecuencias de a reforma energética será la reforma fiscal, con la Peña Nieto y los partidos del Pacto por México aprobarían un alza en el IVA además de su aplicación en alimentos, medicinas y libros. 

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